Balance literario de 2020

Despedimos un 2020 atípico, un año en el que tuvimos que rompernos todas un poco y volver a empezar. Así lo concibo yo, por lo menos, que estuve casi como en una montaña rusa, unos días muy arriba y otros muy abajo, tendencia que se notó en el ritmo de este blog y de las lecturas. Pero no quisiera detenerme demasiado en la tristeza, pues en este año se me han abierto varias puertas a nivel profesional, como son las colaboraciones con el periódico gallego Nós Diario y la revista Luzes, o una reciente oportunidad que me ha aparecido en el mundo editorial, y también me he aventurado a crear un podcast, del que ya llevo tres episodios (aunque avanzo lentamente). Esto es así, nos dan una de cal y otra de arena.

En esta entrada vengo a recomendaros los mejores libros de este año, un año en el que mi ritmo de lectura bajó un poco, quizás porque me centré en otras cuestiones y tuve que recomponer mi vida y cuidarme. El autocuidado, ya sabéis. Pero los libros me siguen acompañando, y a ellos sigo volviendo siempre, siempre. ¿Sabéis por qué? Porque son terapia, porque son compañía y porque me ayudan con la vida. A diferencia de otros años, en esta ocasión me gustaría dividir esta entrada entre ‘mejores libros en castellano’ y ‘mejores libros en gallego’. ¿Y a qué se debe esto? El gallego es mi lengua madre, y se están escribiendo y traduciendo auténticas maravillas, de ahí que quiera reivindicarlas, y ofrecer a las lectoras y lectores la oportunidad de conocer el mundo editorial gallego más de cerca. 

Ahí va esta elección que, por supuesto, es totalmente personal:

Mejores lecturas 2020 (en castellano)

  • La herida de la literatura, de Miriam Beizana: “Cuando me adentré por primera vez La herida de la literatura lloré. ¿Sabéis por qué? De repente todo se tornaba tan real que incluso me escocía la piel y me picaban los ojos. El corazón me latía como cuando me enamoré por primera vez, sabedora de que tenía delante de mis ojos la historia de mi vida. Y es que los libros vienen siendo de los pocos lugares en los que, como decía Cortázar, todavía se está a gusto. Por eso, creo que toda la vida podría sentir mariposas en el estómago y enamorarme una y otra vez, y otra, y otra más”. Así definí esta historia de mi amiga Miriam en el prólogo que tuve el placer de escribir y que podéis leer en la página de Les Editorial. 
  • Panza de burro, de Andrea Abreu: lo que más busco ahora en los libros es que retuerzan las formas, que nos cuenten la vida desde otros puntos de vista, que nos hagan cuestionarnos el status quo. Panza de burro es la gran revelación de este año, pues está escrito con las entrañas y con una mirada muy potente y llena de dolor y lirismo al mismo tiempo. No puedo parar de destacar también esa reivindicación que hace la autora del lenguaje canario, del de la cotidianeidad. 
  • A corazón abierto, de Elvira Lindo: A partir de la muerte repentina de su madre fruto de una enfermedad de muchos años que a la autora le había creado un cierto trauma, Elvira Lindo se centra en la vida de sus padres para ofrecernos un testimonio sincero, lleno de humor y belleza sobre la posguerra y la primera democracia española. La autora gaditana despliega su talento literario en una novela enorme que habla de lo más privado para llevarnos a lo general. Y es que, ¿cuántas personas vivieron esos años complejos y sobrevivieron a ellos? ¿De qué forma lo hicieron? ¿Cómo afecta la muerte de una madre cuando todavía no has crecido?
  • Niña, mujer, otras, de Bernardine Evaristo (traducción de Julia Osuna Aguilar): Escrita con una forma extremadamente original, sin mayúsculas y con un lenguaje que evoca la oralidad, esta novela se lee lentamente, dejándose conquistar por las vidas de mujeres que atraviesan dificultades a lo largo del tiempo y que consiguen sobreponerse. En este sentido, creo que Niña, mujer, otras consiste en un bonito homenaje a las que vinieron antes que nosotras y que lucharon tanto por conseguir que las mujeres fuesen un poquito más libres. No se olvida Evaristo de ninguna mujer, y se aleja del feminismo blanco para permitir a las mujeres negras y racializadas, las lesbianas, las personas trans, que hablen y centren el debate en el derecho de todas a ser quienes queramos ser, sin cortapisas y sin miedos.
  • Y entonces volaron, de Juan Laborda: Juan Laborda escribe sobre el enigmático mundo de los recuerdos, sobre las estampas vitales que forjan nuestro paso por el mundo y en las que a veces se confunde realidad y ficción. Leyendo estas páginas, que parecen pequeños poemas o prosa poética, experimentamos la sensación de que, en el fondo, las novelas constituyen el mejor antídoto contra el desasosiego, contra el aburrimiento, contra la tristeza e, incluso, contra la nostalgia.
  • Las estrellas, de Paula Vázquez: aunque Paula Vázquez aborda un tema muy explorado a lo largo de la historia de la literatura de ficción y no ficción, lo cierto es que lo hace de una forma muy singular: se despoja de todo lo superfluo y del sentimentalismo más naïf para desnudarse por entero y escribir desde la sinceridad absoluta, con sus aciertos y también sus dudas a lo largo de todo el proceso. 
  • Mares sin dueño, de Esther Ginés: la novela cuenta el periplo vital que emprende Elisa a finales del siglo XX desde la isla de Sal hacia las Orcadas, para vivir con Kylian, un ornitólogo raro pero que le ha robado el corazón hasta el punto de dejarlo todo. A partir de esta decisión, que bien podría ser el arranque de un cuento romántico, Mares sin dueño nos lleva por territorios desconocidos y que escuecen como la salitre de ese mar tan presente, y nos zarandea como el viento indomable. Mares sin dueño es una novela intimista, sin apenas diálogos, pero con un conocimiento profundísimo de los recovecos de la memoria, de esas fisuras que a veces se abren más de la cuenta y nos provocan un abismo.
  • El infinito en un junco, de Irene Vallejo: la sabiduría que transpira este libro se combina a la perfección con el afán divulgativo que la autora practica en cada una de las páginas, que son un ejercicio de erudición y al mismo tiempo de amor por los libros. Hay también muchísimo agradecimiento hacia esas personas que pensaron en recopilar el conocimiento del ser humano en papeles, a las que soñaron con las bibliotecas y con la transmisión de historias de generación en generación. Leyendo a Irene Vallejo experimentamos sensaciones continuas de amor y de eterno agradecimiento, pues cuando el mundo no era ni de lejos como hoy en día, unos seres desearon conservar lo que habían aprendido e inventaron el concepto de ‘legado cultural’.
  • Naturaleza es nombre de mujer, de Abi Andrews (traducción de Paula Zumalacárregui): esta novela nos ofrece el deleite puro, similar a ese goce de cuando comes un pastel y no quieres que se acabe nunca. Su estilo pausado hacen de ella una propuesta para reclamar el silencio y pausar nuestras agitadas vidas. No en vano, la protagonista demanda un poco eso con su huida, con la que espera encontrar paz interior o, por lo menos, poner en orden su interior, que no es poco, y crecer como persona. En esa travesía nos va lanzando preguntas, ¿conseguirá algo? ¿podrá cambiar el mundo con sus acciones? ¿qué simboliza su vida en medio de todas? 
  • Las malas, de Camila Sosa: las olvidadas, las malas, son las personas travestis que sobreviven al dolor y a la ignominia, personas que, como la Tía Encarna, intentan sonreír siempre a la vida aunque esta te castigue continuamente, que se sobrepone a todas las circunstancias a pesar de que a veces flaqueen las fuerzas. La Tía Encarna es un personaje inolvidable, el símbolo de lo que significa esta lucha y de las muchas batallas que quedan por libran en aras de la verdadera igualdad y justicia social.

Mellores lecturas 2020 (en galego)

  • Álbum, de Charo Lopes: a autora de Boiro indaga aquí na intrahistoria familiar para analizar a violencia estrutural dun sistema que ataca sempre aos / ás máis débiles. Coa fotografía como inspiración, os versos parten da infancia e percorren distintas vivencias que, aínda non sendo orixinais, si conteñen unha profunda querenza polo propio país e pola familia e seres achegados. Tampouco pasa desapercibida a análise que a autora fai do mundo e das súas complexidades partindo dos detalles e experiencias aparentemente máis nimios, o que nos fai ver esta proposta como un diálogo perfecto entre o pasado, o presente e, mesmo, o futuro.
  • Sopas New Campbell, de Teresa Moure: resulta incrible o poder da pluma de Teresa Moure, quen nos presenta a Nádia, unha muller que transporta armarios nunha carreta e que agocha elefantes no seu armario. Baixo este argumento estraño, a autora vainos levando da man para falarnos das contradicións da mente, deses momentos nos que todo esgaza e quedamos un pouco no aire, á agarda de que facer cos nosos elefantes cando xa non podemos agochalos / disimulalos máis. 
  • SuperUlex, de Susana S. Arins: creo sinceramente que todos os libros de Susana Sanches Aríns poderían estar entre os mellores de cada ano e da miña vida en xeral. Tras aquel Seique que me emocionou e me revolveu por dentro, chegou o Tu contas e eu conto, e agora sorpréndenos con SuperUlex, unha novela para público xuvenil e adulto na que reflexiona en clave de humor e retranca sobre o cancro, e os poderes dunha nena que quere ser superheroína. 
  • Martin Eden, de Jack London (tradución Celia Recarey): Martin Eden comeza un camiño de superación, que o levará a soñar con vivir da escritura e con axudar ás persoas do seu entorno, aínda que ás veces perda o norte e se desanime ante as continuas cartas cos seus artigos, poemas e novelas rexeitadas polos editores de xornais. Así e todo, el continúa traballando arreo, nesa loita persoal que o traslada a un lugar no que o éxito e o fracaso se disputan. Nas súas cincocentas páxinas, este libro lévanos sen parar, e sorprende a actualidade de moitos dos debates que trata, ateigados tamén dunha forte intensidade e fondura. As persoas que nos achegamos a este libro sentimos empatía co protagonista e identificámonos moi ben con eses desexos de prosperar na vida que el ten e que, en maior ou menor medida, son connaturais ao ser humano.
  • Melancoholemia, de Antón Reixa: o autor parte das incógnitas da melancolía, mesmo da morriña, ese sentimento que fai que estrañemos o que non foi ou o que quizais sexa nos momentos máis complexos da existencia. Ideado coma un constructo híbrido, mestura de poesía, fotografía e ensaio antropolóxico, este libro atravésate por dentro, o que nel se conta forma parte de todos e todas nós. O que aquí se conta pertence ao terreo das experiencias máis íntimas e dolorosas a un tempo, para desembocar nas preocupacións colectivas que atravesan o mundo de hoxe. Reixa non oculta, pois, a súa teima polo futuro do medio ambiente, o auxe acelerado do capitalismo, o feminismo, e o cinismo de moitas das accións dos nosos días.
  • A semente, a árbore, a froita, Ana Pontón en conversa con María Reimóndez: Mentres avanzaba na lectura fun dándome de conta da necesidade que tiña desta entrevista longa, deste xornalismo que indaga nas causas e consecuencias, do que vai máis alá do día a día e nos fai reflexionar. Un xornalismo, que quede claro, no que se reflicte a honestidade e a crenza, tanto da entrevistadora como da entrevistada, nun mundo máis xusto. Un xornalismo afastado da obxectividade, sabedes por que? Porque precisamos estar do lado da xustiza e, aínda que a verdade absoluta non existe, sempre podemos tentar achegarnos dende a nosa posición aberta.
  • Nxs, xs inadaptadxs. Representaçoes, desejos e histórias LGBTIQ na Galiza, coord. Daniel Amarelo: neste libro, que se pode ler coma unha guía infinita coa que aprender e concienciarse, destaca moito a coidada edición, con imaxes e ilustracións que acompañan os textos e axudan a visibilizar todo o que se fai na Galiza no campo da diversidade afectivo – sexual. Amais diso, todos os textos están escritos en galego reintegrado, o que axuda a buscar esa linguaxe propia coa que as persoas LGBTIQ reivindican para expresarse e escribirse a si mesmas.
  • A contrapelo ou por que rachar o círculo de depilación, submisión e autoodio, de Bel Olid (tradución de María Alonso Seisdedos): a autora condensa moitos debates nesta obra, na que alude tamén ao propio percorrido que ela realizou ata sentirse ben co seu corpo e o pelo que del manaba. E, aínda que isto pareza doado, resulta unha tarefa complexa e un camiño difícil, escabroso, que poucas ousan percorrer polo medo a que a sociedade as deixe de lado, como pasou sempre. 
  • Meteoro imantado, de Noa Moreira: a poesía converteuse neste 2020 no meu bote salvavidas, ese lugar no que topo o mellor e o peor de min mesma. Co prólogo marabilloso de Olga Novo, Meteoro imantado resulta un poemario que se realiza na contención e, aínda así, consegue expresar sentimentos tan contraditorios como son o amor, o desamor, ou a busca das orixes. A editora Urutau é unha das miñas grandes favoritas de poesía, pois nela atopo novas voces e outras máis asentadas que sempre me achegan olladas prístinas sobre este mundo cando máis preciso delas. 
  • Coraxe, poemas audaces para rapazas afoutas, edición de  Karen Finneyfrock, Rachel McKibbens e Mindy Nettifee, (tradución de Eva Almazán): cando lin este libro pensei que oxalá o coñecese cando era adolescente, cando precisaba do feminismo para comprenderme. Coraxe é unha proposta moi acaída na que poetas actuais se achegan ás mozas para transmitirlle mensaxes de fortaleza, valentía e empoderamento, e reivindicar que actúen defendendo sempre o feminismo e a igualdade de todas as persoas. Imprescindible!

Escrito por

Graduada en periodismo y enamorada de la lectura y la cultura. Porque leer nos hace mejores personas.

Si te ha gustado este artículo y quieres dejar tu opinión, encantada de leerte!

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.