A veces la vida se engarza con los libros. O son estos los que se apegan demasiado a ella. Pero no nos engañemos, la vida y los libros forman parte del territorio imprescindible de las personas letraheridas, como Juan Laborda Barceló, autor al que descubro en su maravillosa obra Y entonces volaron, publicada recientemente por Huso y que está cosechando el cariño del público lector. Y no resulta extraño.
Juan Laborda escribe sobre el enigmático mundo de los recuerdos, sobre las estampas vitales que forjan nuestro paso por el mundo y en las que a veces se confunde realidad y ficción. Leyendo estas páginas, que parecen pequeños poemas o prosa poética, experimentamos la sensación de que, en el fondo, las novelas constituyen el mejor antídoto contra el desasosiego, contra el aburrimiento, contra la tristeza e, incluso, contra la nostalgia.
Otra vez me ha vuelto a pasar. Me resulta complejo definir Y entonces volaron. ¿Será auto ficción? ¿Biografía novelada? ¿Ensayo literario e histórico? El autor e historiador madrileño parió una obra magna, sobre todo porque en ella confluyen muchísimos géneros y se habla de la vida en su sentido amplio, y de esos recuerdos que se cuelan en el pensamiento y que nos confunden. La vida en su sentido más amplio, ¿no creéis?
“Puede que escribir sea ajustar cuentas con nuestros recovecos más íntimos, con aquellos espacios dolientes por lo amargo o lo bello que dejan un ardor que no cesar. Quizá la mejor recompensa sea que nunca se termina de ajustar esa cuenta impagable. Es un continuo hurgar sin llegar a ninguna parte, como en las buenas películas que al acabar generan un inmenso vacío sobre lo visto y, finalmente, acaban viviendo para siempre en nuestro interior”.
El autor reflexiona muchísimo sobre el acto de escribir y de construir una historia, incluye citas de otros autores y autoras, de cineastas, de personas de su entorno, expresa sentimientos contradictorios y, en definitiva, explora aquí sus propias obsesiones. Porque, como él dijo en alguna presentación del libro, las personas que escriben siempre lo hacen con las preocupaciones y la vida latente y es imposible pretender la objetividad. Y tampoco la queremos, ¿no es cierto?
“La ficción es uno de los escasos asideros posibles”, dice Laborda en este libro, una cita a la que yo me anclo a menudo buscando un poco de comprensión en este mundo caótico. Ojalá a vosotr@s este, y otros libros, os sirvan también de guía.
Ficha técnica
Autor: Juan Laborda Barceló
Editorial: Huso
Año de publicación: 2020
Número de páginas: 187