Hace poco leía un tuit de la periodista Inés Martín Rodrigo en el que incitaba a sumergirnos en el nuevo libro de Elvira Lindo, porque era de lo que más le había llegado en este año tan atípico. Y yo, que ya sabéis que me hace falta bien poco para tentarme, me compré A corazón abierto inmediatamente, y en un domingo de esos nostálgicos y tristes me puse a leerlo. Devoré ( y lo digo sin acritud) más de cien páginas y el lunes lo terminé. Lo que quiero decir con esto es que Elvira Lindo, reconocida por ser la creadora de la saga juvenil Manolito Gafotas y por mucho más, es una narradora excelente, que logra hacernos llorar y reír en una misma historia. Esta sensación aparentemente contradictoria la genera en esta novela, escrita con muchísimo corazón y como un homenaje hacia sus padres.
A partir de la muerte repentina de su madre fruto de una enfermedad de muchos años que a la autora le había creado un cierto trauma, Elvira Lindo se centra en la vida de sus padres para ofrecernos un testimonio sincero, lleno de humor y belleza sobre la posguerra y la primera democracia española. La autora gaditana despliega su talento literario en una novela enorme que habla de lo más privado para llevarnos a lo general. Y es que, ¿cuántas personas vivieron esos años complejos y sobrevivieron a ellos? ¿De qué forma lo hicieron? ¿Cómo afecta la muerte de una madre cuando todavía no has crecido?
Aunque los protagonistas de este libro biográfico son los padres, Elvira Lindo se centra sobre todo en la enigmática figura de Manolo Lindo, del que habla con muchísima ternura y como un homenaje a su instinto de supervivencia. Eso sí, la novela empieza a tomar forma como tal en los meses previos a la muerte del padre, pues él no quería que ella escribiese de cosas que le hiciesen daño. Precisamente cuando acompaña a su padre en el hospital se desarrolla la primera escena de este libro que te agarra fuerte y ya no te suelta:
“Mi padre está repeinado como no lo he visto nunca, salvo en esas fotos de joven que le mandaba con una dedicatoria amorosa a mi madre. Una enfermera le ha tomado afecto, a pesar de que se está portando mal, y le peina con colonia cada mañana. Los rizos, ya muy ralos, se le quedan como engominados en caracolillos en la nuca y le refuerzan aún más sus duras facciones, que obedecen a un gesto espantado, el de un animal que estuviera aterrado. Lo está. Es consciente de que la muerte le ronda y de que no va a hacer nada por evitarla”.
Reflexiono sobre el sentir de este libro, que nos habla muchísimo de la memoria y de lo necesario que es conservarla. También encontramos aquí a unos personajes que nos enseñan el significado más sincero de la lucha, de la supervivencia, de tener lo mínimo y aún así ser felices, de la muerte y su incomprensión etc. Y, aunque la realidad de atisba por todos lados, Lindo consigue novelarlo a la perfección y engancharnos, tal y como hacen Manuel Vilas en Ordesa y Fernando Marías en La isla del padre, que tratan temáticas similares.
“Mi madre me dijo, qué va a ser de ti, qué va a ser de vosotros. Y no entendí hasta muchos años más tarde el significado de la angustia que acucia a una madre al ser consciente de que va a abandonar a quien todavía no puede salir a la intemperie. Pero yo no supe lo que era la muerte hasta muchos años más tarde, y aún sigo descubriendo su huella lenta y singular”.
Ficha técnica

Título: A corazón abierto
Autora: Elvira Lindo
Editorial: Seix Barral
Año de publicación: 2020
Número de páginas: 382