Mercedes Vaquero es la mitad de la recientemente creada editorial Maresia, especializada en literatura brasileña y en aquellos libros que nos ofrecen algo diferente. Lleva toda la vida en el terreno literario, en librerías, en editoriales y hasta en la traducción. Y llegó un momento en el que estaba harta de leer siempre la misma historia, por lo que se aventuró a crear algo diferente. Hoy en día eso resulta poco menos que una odisea, pero la verdad es que las obras que por ahora lleva editadas merecen mucho la pena. Las novelas brasileñas saben a esa «Maresia» de la que Mercedes (Merche) nos habla, una maresia que «se huele, se siente en la piel, oxida todo aquello que esté cerca del mar, incluso se ve».
Maresia viene en un momento de eclosión de las pequeñas editoriales especializadas en países, como es el caso de Chidori Books o 2709 Books. El mimo, el cuidado, la selección y la búsqueda de historias diferentes son los puntales que rigen el funcionamiento de estas editoriales.
Pregunta (P): ¿Quién es Mercedes Vaquero?
Alguien que lleva toda su vida leyendo. A veces más, a veces menos. A veces mejor, a veces peor.
(P): ¿Por qué decidiste fundar una editorial especializada en literatura brasileña?
Mi trabajo siempre ha estado vinculado, de un modo u otro, al mundo del libro. He trabajado en librerías (en España y en Inglaterra), en editoriales y, desde hace más de diez años, me dedico a la traducción. También redactaba informes de lectura para un gran grupo editorial. Pero me cansé de evaluar siempre la misma historia. Llegó un momento en que la literatura anglosajona me parecía toda igual. Estoy casada con un brasileño y, cuando dominé el portugués, empecé a leer literatura brasileña. Me pareció algo nuevo, fresco, distinto y desconocido. Pocos autores brasileños pueden encontrarse traducidos al castellano, dejando a un lado a Jorge Amado, Clarice Lispector y Nélida Piñón. Así que, junto a mi socio, José Antonio Cabello, nos decidimos a dar el paso de crear una editorial.
(P): ¿De dónde nace el nombre comercial de la editorial?
“Maresia” es una palabra que no tiene una traducción exacta al castellano, como “saudade”. Significa varias cosas según su contexto, aunque siempre relacionado con el mar. La “maresia” se huele, se siente en la piel, oxida todo aquello que esté cerca del mar, incluso se ve (aunque yo solo la he visto en Brasil)… En Brasil también significa el “olor a marihuana”. Es una palabra preciosa: sonora.
(P): ¿Cuáles son los criterios que tenéis en cuenta a la hora de seleccionar las obras que vais a sacar en vuestro catálogo?
Historias que nos digan algo, que nos conmuevan, que nos entretengan. Que sean un reflejo de lo que se está escribiendo y publicando ahora en Brasil.
(P): La literatura es un mecanismo que nos permite viajar y conocer otras gentes, ¿qué nos puede aportar la brasileña?
Otros escenarios, otros olores, otros sabores a los que estamos acostumbrados. Un Brasil distinto, muy lejos de los tópicos de fútbol, samba y tías buenas. También una deliciosa forma de escribir. El portugués me parece una lengua muy sonora, dulce y sensual que acaba por reflejarse en las traducciones al castellano. Como es el caso de Yo recibiría las peores noticias de tus lindos labios, de Marçal Aquino, nuestro primer libro editado; Este es un libro sobre amor, de la jovencísima Paula Gicovate, o El mendigo que sabía de memoria los adagios de Erasmo de Rotterdam, de Evandro Affonso Ferreira, un genio.
(P): En los últimos años están surgiendo editoriales especializadas en lugares concretos. Es el caso de 2708 books (con libros africanos) y Chidori Books (libros traducidos del japonés) y Maresia. ¿Cuál crees que es el origen de este fenómeno?
La razón para mí es evidente. Como te decía antes, creo que somos muchos los que estamos cansados de leer “el mismo libro” una y otra vez, y que buscamos sumergirnos y sumergir al público lector en mundos distintos al que estamos acostumbrados. Buscamos la sorpresa en lo diferente. La literatura, la capacidad humanar para contar el mundo con palabras, es “excéntrica”, carece de centro: está en todas partes. Y a cada uno lo suyo, en la medida de nuestras posibilidades como editores.
(P): Editáis libros en papel muy cuidados, ¿no vais a dar el paso a la publicación digital?
Una cuidada edición en papel es esencial para nosotros: no tanto por un afán esteticista como por respeto al contenido, a nuestros autores y lectores. Además, todos nuestros libros pueden encontrarse en formato digital en todo el mundo. El mismo cuidado y cariño que dedicamos a la versión en papel lo ponemos también a nuestros libros electrónicos.
(P): ¿No es toda una odisea fundar hoy en día una editorial?
¡Fijo! Sin embargo, uno ha de aspirar a lo imposible, a creer que la semilla brotará una mañana. Hay que trabajar mucho, ser pacientes y hacer las cosas bien, paso a paso, con buena letra.Los resultados irán llegando poco a poco. De hecho, ya van viniendo: editar, trajinar con libros, es una suerte, una fuente de gozo para Maresia. Tener en tus manos un libro que tú te has propuesto publicar, verlo expuesto en tus librerías favoritas, leer algún comentario de nuestros lectores y lectoras… no tiene precio. Somos románticos por naturaleza, pero también por necesidad: vale la pena dedicar las horas a esta odisea de la edición.
(P): De las propuestas que habéis publicado hasta ahora, ¿cuál es la que más éxito ha tenido y cuál se está resistiendo más?
La selección de relatos policíacos escritos por algunos de los más afamados escritores del género brasileños, Río Noir es, sin duda, el que más se ha vendido. Con todo el tema de las últimas olimpiadas, el libro gustó a la prensa y a los libreros. A nosotros nos encantó. Es muy divertido, muy diferente a lo que los lectores del género están acostumbrados: un noir a la brasileña.
Nuestras dos primeras novelas, por otra parte, están costando. Y son dos absolutas maravillas. Yo recibiría las peores noticias de tus lindos labios, de Marçal Aquino, se ha convertido en un clásico contemporáneo en Brasil. Para mí es la novela perfecta. Uno de mis libros preferidos de cuantos he leído, sin duda alguna. Y El mendigo que sabía de memoria los adagios de Erasmo de Rotterdam, de Evandro Affonso Ferreira, ganó el premio Jabuti, el más importante de las letras brasileñas, a la mejor novela de 2013. Es de una desolación desgarradora. Una preciosidad. Alta literatura.
(P): ¿Nos puedes avanzar los próximos títulos y autores/as que publicaréis en Maresia en este año?
Vamos poquito a poco, y no queremos abarcar más de lo que podemos hacer. En febrero publicaremos una novela/ensayo titulada La madre eterna, de Betty Milan, una famosa psiquiatra brasileña que vive la mitad del año en Sao Paulo y la otra en París. Trata del hecho de que nadie te prepara para acabar convirtiéndote en la madre de tu madre. ¿Cómo vivir el paso del tiempo, el cambio de roles? Se trata de un ensayo emocionante y de fácil lectura, muy al estilo del que publicamos de Leila Ferreira, El arte de ser leve. Queremos publicar ensayos que nos hagan reflexionar un mínimo y que nos hagan sentir bien.
Y en marzo publicaremos una novela, El evangelio según Hitler, de Marcos Peres. Una suerte de tributo a Umberto Eco, en el que nos encontramos a dos Jorge Luis Borges, el escritor y su homónimo, que tratará de asesinar a su par. El libro ganó dos premios literarios muy importantes en Brasil, el SESC y el Sao Paulo. Es un relato muy entretenido. Su autor vendrá a presentarlo la primera semana de abril a Barcelona, donde estamos organizando, junto con la Universidad de Barcelona y la Sorbona, la “1.ª Primavera Literaria Brasileña” en España, cuyo objetivo es dar a conocer la literatura brasileña actual. Vendrán más de diez autores.
(P): ¿Eres positiva o negativa con respecto al futuro del mundo editorial y de la literatura?
Incluso en los peores momentos de hace unos años yo siempre he sido positiva. Siempre habrá personas enamoradas de las buenas historias y de los libros bonitos. Siempre habrá gente que necesite escribir y gente que necesite leer. La literatura es un arma cargada de futuro. Más necesaria que nunca, tal vez.