“Toda búsqueda de aprecio, de identidad, de afirmación o de confrontación con el mundo se reduce, en definitiva, a una búsqueda de interlocutor”. Así expresa Carmen Martín Gaite lo que ella quería de la literatura: verse reflejada en otros, conversar y huir de la soledad. La autora que me encandiló con novelas como Entre visillos, Caperucita en Manhattan, Retahílas, o Nubosidad variable, tuvo que hacer frente a lo largo de su vida a muchos debates internos, y a sufrimientos como el de la muerte prematura de su hija. Y en todas esas debacles, las palabras siempre le ofrecieron cobijo, como nos cuenta en algunos de los artículos recogidos en La búsqueda de interlocutor, un libro que acaba de reeditar Siruela y que incluye una treintena de textos en los que ella reflexiona sobre temas variados, pero con la literatura y la cultura como leimotiv.
La autora salmantina escribe bonitos recuerdos a amigos fallecidos, como el texto titulado “Un aviso: ha muerto Ignacio Aldecoa”, en el que ella hace una semblanza de uno de sus grandes amigos y el que también la incluyó en muchos círculos literarios de la época. Haciendo gala de ese manejo que ella tenía para los pequeños detalles, escribe:
“Poco antes de caer fulminado por la muerte, de llegar a ese vertiginoso tránsito que lo convirtió de persona en cosa, Ignacio Aldecoa se miró con susto las manos y dijo a los amigos que estaban con él: ‘Esto es un aviso’. Fueron casi sus últimas palabras. Parece que se refería a un hormigueo que sintió en los dedos. Era su premonición de muerte”.
Los textos más personales conviven con reseñas de libros, y sobre todo con análisis y reflexiones alrededor de la cultura y de su función en la sociedad. Personalmente, creo que leyendo a Martín Gaite podemos analizar el mundo que ella vivió y también el que nos dejó. Ella, que huía de moralismos y de enseñanzas vacías, practicaba con el ejemplo y nos recomendaba que “es la postura correcta frente a los libros, como frente a las personas: no acudir a ellos con exigencias preconcebidas, abandonarse a lo mucho o lo poco que nos den. Únicamente así cabe el entendimiento y la comprensión de lo que son y nos dicen”.
Leo este libro como una rayuela, saltando de un texto a otro y volviendo a empezar, picoteando y subrayando y, quizás, conversando con Carmen, siendo una interlocutora más en ese diálogo que ella buscaba siempre con sus novelas y sus artículos. Porque, y vuelvo a sus palabras, “la literatura nos sirve de referencia continua, y nos permite asistir desde una especie de grato escondite a escenas representadas ante nuestros ojos fascinados y ansiosos, nos permite participar”.
Lo que Carmen nos cuenta aquí no pierde vigencia, pues sus textos son un alegato a favor de la lectura y de lo que esta nos aporta como personas, pero tampoco hay que olvidar otras referencias que hace al feminismo y a la necesidad de que las mujeres dejen de ser consideradas como objetos de consumo y publicidad. Así y todo, y a pesar de que la autora de Entre visillos renegó en muchísimas ocasiones de la etiqueta de feminista, sus reflexiones giran alrededor de la liberación de las mujeres y de su libertad. Esto se observa en el texto “La influencia de la publicidad en las mujeres”, en el que dice:
“El fingido interés de la publicidad por el problema femenino, no solamente viene a parar en venderle un producto a ella sino en venderle otro para su marido, su novio o su hermano, ‘que de esto los pobres no entienden nada’, y que aman tanto el sentirse atendidos y guiados por sus compañeras”.
Creo que estamos, pues, delante de una edición muy bonita y necesaria, que recoge el pensamiento de una de las grandes novelistas de la posguerra española, y que analiza un tiempo, además de ofrecernos argumentos a favor de la literatura y la cultura, dos bienes que a día de hoy es necesario reivindicar más que nunca.
Ficha técnica

Título: La búsqueda de interlocutor
Autora: Carmen Martín Gaite
Año de publicación: 2021
Editorial: Siruela
Número de páginas: 246
Pues sí, una lectura necesaria hoy día, sin duda. Tomo buena nota.
Besotes!!!
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