Entrevista Mayda Bustamante, editora de Huso: “Para crear una editorial hoy en día hay que tener en el ADN una cuota grande de locura y un sentido de la vida quijotesco”

Mayda Bustamante, editora de Huso

Siempre pienso que hay que estar un poco loco para crear una editorial hoy en día. Una locura que agradezco cada día a personas como Mayda Bustamante, una mujer que lleva en la sangre una buena dosis de locura y un sentido de la vida soñador, como ella misma reconoce. Tras crear el sello de Cumbres, especializado en artes escénicas, se lanzó con Bagua y, hace tres años, con Huso. En esta editorial independiente se da voz a grandes autores y autoras pero, sobre todo, se acoge a nuevas voces, con una especial predilección por el cuento. Gracias a esta editorial llegué a muchos libros que han marcado un antes y un después en mi forma de leer, como Bahía de sal, de la escritora Gabriela Guerra Rey, Las amargas mandarinas, de Iñaki Abad, o La dicha, de Liliana Díaz Mindurry. Hablamos con la persona que se esconde detrás de esta editorial que teje hilos: Mayda Bustamante.

Pregunta (P): ¿Cómo y por qué surge la editorial Huso?

Antes de Huso había creado la editorial Cumbres, especializada en artes escénicas y que se mantiene a día de hoy. Creo que editorialmente será mi más importante legado. Los libros de Cumbres, sobre todo los relacionados con la danza, son ensayos referenciales y perdurables en la bibliografía de esta manifestación escénica en España, muy deficiente por cierto, hasta la llegada de Cumbres. Fue a partir de esta experiencia que sentí la necesidad de incursionar en la narrativa, y de ahí la creación primero de Bagua, que en la actualidad forma parte del catálogo de Huso, y luego de Huso con un diseño de colección que ha sido bien recibido y corresponde a Roberto Carril Bustamante, y abierta a todos los géneros, continentes, a clásicos, contemporáneos, autores consagrados, noveles etc. Todo con una premisa: defender la excelencia de la literatura y ofrecer el libro como un todo, como un objeto de arte.

(P): El nombre de Huso recuerda a los hilos que las historias van tejiendo entre sí. ¿Por qué esta denominación?

¿Qué somos si no hiladores de historias que se hilan en la rueca de la imaginación? “Hilanderas, filandones, fiadeiros, tejedores, tejidos, textiles, textos, hilos, renglones…” Fueron Maria y Pino de la librería Enclave de Madrid, a quienes agradezco más de una cosa, los que me propusieron el nombre.

(P): ¿Quiénes formáis parte de la editorial?

Como cualquier editorial pequeña, independiente, somos muy pocos: el diseñador y maquetador y yo como editora. La comunicación, ilustraciones, traducciones, corrección, primeros lectores, asesorías puntuales, etc. son colaboraciones.

(P): ¿Qué supone el día a día para una editorial pequeña que quiere hacerse un hueco entre los lectores y lectoras? ¿Cómo llegar a todos los huecos?

A veces una felicidad, otras una agonía.

Los autores producen una gran satisfacción y una alegría contagiosa. El resto es muy complicado: pretender que una editorial pequeña consiga un espacio en un país donde cada vez se lee menos, donde el concepto de ocio ha cambiado y cambia velozmente, donde te atropellan los grandes grupos editoriales, donde los distribuidores no son precisamente tus aliados, donde el rol del librero se desdibuja cada vez más y solo unos pocos lo defienden, donde apenas hay un hueco en las librerías para las novedades de las editoriales independientes y solo de forma excepcional se apuesta por un fondo diverso y de calidad, y donde las devoluciones te asfixian es no solo complicado, sino que hay que tener en el ADN una cuota grande de locura y un sentido de la vida quijotesco, para continuar intentándolo y nunca mejor dicho, contra viento y marea.

(P): Es vital la tarea de un editor/a que sea capaz de distinguir una buena historia de otra que no lo es. ¿Cómo es la labor diaria y qué factores intervienen para que decidáis publicar un libro?

Cada editorial traza sus propios objetivos y líneas editoriales. Nosotros apostamos por una literatura que conecte con los temas que rigen nuestro presente. A partir de esa premisa, la otra, sin duda, la más importante, es que esté bien contada, bien escrita.

(P): En vuestro catálogo encontramos a grandes escritores latinoamericanos, como Gabriela Guerra Rey, Liliana Díaz Mindurry o Víctor Vegas. ¿Crees que existe un boom de la narrativa latinoamericana? ¿Notas diferencia con lo que escribimos en España?

La literatura latinoamericana siempre ha sido muy potente, especialmente la argentina. Desconocer esta realidad es un error, pero apostar por dar a conocer a estos grandes autores y autoras, los que mencionas y otros muchos que hemos publicado con obras algunas colosales, es otra tarea difícil. Son autores con un amplio currículo pero desconocidos en España, de modo que colocarlos en el mercado requiere de mucha tenacidad, paciencia  y disposición de renunciar a la rentabilidad que es necesaria para continuar camino. Pero nosotros no vamos a desfallecer en el intento.

(P): Además de voces consolidadas, dais espacio a otras personas que se inician en la literatura. ¿Qué tienen en común los libros que encontramos en vuestro catálogo?

Pues igual somos bastante atípicos: todavía recibimos manuscritos de autores y autoras que nos escriben y no tienes idea de las veces que nos ha sorprendido un libro extraordinario. No tenemos en cuenta el género, la edad, el país de nacimiento, si tiene obra o no… Solo nos importa la excelencia de la literatura. Cuando la encontramos es una fiesta, y si resulta que se trata de la primera novela, pues celebramos doblemente el descubrimiento.

(P): También tienen un lugar prioritario en Huso las antologías de cuentos. ¿Qué aporta este género a nuestra sociedad?

Defendemos el cuento en un país donde se prefiere la novela porque si hay un género difícil es el cuento. El autor que es capaz de condensar una gran historia en unos pocos folios, da cuenta de su capacidad literaria. Un buen ejemplo es Jorge Luis Borges, que nunca escribió novelas.

No solo hemos publicado cinco antologías importantes, la primera en torno a la mentira en la que participan grandes clásicos de la literatura universal, una dedicada a Rulfo otra a Pessoa, al cuento checo actual,  y recientemente a autores latinoamericanos que muestran el desarrollo de ciencia ficción en ese continente; también antologías de autores, desde la reconocida escritora argentina Laura Massolo, pasando por el premio Alfaguara, Antonio Orlando Rodríguez, por una de las voces más relevantes de la literatura fantástica, Daína Chaviano, la victoriana Rhoda Broughton, la catalana Gemma Solsona, el peruano Yuri Vazquez, el premiado autor checo Petr Sabach, hasta la más reciente que corresponde a la cubana mexicana Gabriela Guerra, Premio Juan Rulfo. No está mal para una editorial de poco más de tres años de existencia.  Y creo que queda claro que creemos en el cuento y apostamos por el.

«El sector editorial tendrá que reinventarse si quiere sobrevivir a otro concepto del ocio que cada vez se impone más como ya apunté y que es puro entretenimiento».

(P): ¿Qué opinas de la salud de la literatura y del sector editorial en nuestro país?

Son dos cosas muy diferentes. En España sigue habiendo grandes escritores. Muchos son estudiados en universidades de numerosos países. España es tierra de grandes narradores. Eso es lo más importante. Se publica buena literatura aunque no sea siempre la más leída. Se nos manipula cada vez más. Debemos vivir en alerta para evitarlo en todos los campos de la vida, también a la hora de elegir qué leemos porque la lectura conforma nuestro pensamiento y emociones, es conocimiento y eso nos obliga a ser rigurosos. Hay que ser más inquietos y como editora, invito a serlo. Huso ha publicado algunas novelas, por ejemplo, que son francamente espectaculares.

El sector editorial tendrá que reinventarse si quiere sobrevivir a otro concepto del ocio que cada vez se impone más como ya apunté y que es puro entretenimiento. El estado debe contribuir a potenciar la lectura. Las editoriales independientes deberíamos ser más corporativas, unirnos para encontrar fórmulas que permitan reducir costes y conseguir mayores rentabilidades, realizar tormentas de ideas de las que afloren nuevos caminos. Establecer encuentros entre editoriales, distribuidores, librerías en las que se debata el cómo hacerlo y hacerlo bien.  Creo firmemente en el trabajo de equipo. Ese es para mí el reto si queremos continuar en el empeño de publicar buena literatura.

(P): ¿Qué libros te marcaron como lectora? 

Cuando se tiene ya más años de los que desearía, y digo esto, porque querría muchos más para seguir cumpliendo sueños, es inevitable que haya diferentes etapas, incluso algunas que ya he olvidado. Para resumir, en mi juventud me impresionó el japonés Ozamu Dazai, y hace unos pocos años volví a quedar abducida por la literatura japonesa: Kawabata, Tanizaki, Mishima… tanto que tuve que dejar de leerlos si quería estar abierta como debe ser, a autores diversos y de diferentes culturas. En justicia son muchos los libros que han calado en mí. Me gusta la literatura victoriana. Muy joven leí la obra completa de Oscar Wilde. Soy lectora de ensayos, de teatro y de poesía también. Poetas como Vallejo, Mirta Aguirre, Luis Cernuda y Whalt Whitman, forman parte de mi imaginario poético. Hace unos pocos años dos novelas me fascinaron por diversos motivos: La niña del faro de Jeanette Winterson, y Purga de Sofi Oksanen.

(P): ¿Y como editora?

Como editora prefiero no pronunciarme. Cada libro que publico es libro amado, hijos que nacen y como hijos e hijas tienen que ser defendidos con la misma intensidad hasta el final.

(P): Después de tantos libros leídos, ¿te ha entrado el gusanillo por escribir alguna historia? 

Estoy muy vinculada desde la más temprana edad a la danza, tuve el privilegio de estar cerca de Alicia Alonso durante varias décadas, es alguien que ha inspirado muchos aspectos de mi vida. He escrito sobre ella dos libros, y querría tener tiempo para escribir otros relacionados con la danza en particular. Alguna vez me ronda otras ideas, pero no creo que haya tiempo para tanto.

«La literatura latinoamericana siempre ha sido muy potente, especialmente la argentina. Desconocer esta realidad es un error, pero apostar por dar a conocer a estos grandes autores y autoras es una tarea colosal».

(P): ¿Qué novedades nos trae Huso para los próximos meses?

En el 2019 publicamos 21 libros. En el 2020 publicaremos unos 12, luego la selección será muy difícil y aún estoy en ello.

Pero abrimos el año con la novela El lento adiós de los tranvías, de Manuel Rico, y eso nos tiene muy ilusionados aunque te aseguro que habrá títulos y autores que sorprenderán.

Escrito por

Graduada en periodismo y enamorada de la lectura y la cultura. Porque leer nos hace mejores personas.

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