Francisco Castro es un vigués, ex profesor de filosofía y editor, pero es también el fenómeno editorial gallego, un ejemplo de que nuestra literatura tiene mucho que demostrar al mundo. En sus libros, las historias enganchan de una forma impensable, debido al manejo de los mecanismos de la intriga y de la economía lingüística.
Vigués de fuertes raíces gallegas, defiende a ultranza el valor de la literatura como un mecanismo que siempre tiene que comunicar algo y no dejar indemne al lector/a. En este sentido, no puedo parar de recordar cuando un día le comenté que su Xeración perdida era un libro diferente, y él me respondió que “como decía Saramago eso es lo mejor que le pueden decir a un escritor, que su libro es diferente”.
Muy activo en las redes sociales, este año ha publicado Amor é una palabra coma outra calquera en gallego y ha visto traducida su exitosa novela Tienes hasta las diez al castellano, en cuya promoción se encuentra inmerso. Y como no, su trabajo sigue, y nos confiesa que ya está ultimando dos nuevas historias.
Pregunta (P): Recientemente ha sido publicada en español una de tus novelas exitosas, Tienes hasta las diez, ¿qué acogida está teniendo?
Está siendo espectacular. Todos los días me sorprendo con una nueva reseña positiva. Los lectores y las lectoras están respondiendo de una forma increíble.
(P): La literatura y el periodismo aparecen de forma protagonista en tu novela, ¿qué papel juegan estas dos disciplinas en tu vida?
Mucha. En algún momento de mi vida pensé en ser periodista. Y aunque después mi vida profesional fue por otros derroteros, lo cierto es que llevo desde los 18 años escribiendo en prensa, participando en programas de radio, de televisión. Así que estoy de alguna forma en el periodismo. Después, ya hablando como ciudadano, creo que tenemos que recuperar, en la medida de lo posible, ese periodismo incisivo que le metía miedo al poder, que lo controlaba y que, de alguna forma, le sacaba los colores. Y el papel de la literatura en mi vida es algo muy obvio. La literatura ES mi vida.
(P): Llama la atención las similitudes que existen entre el protagonista y el autor. ¿Dónde empieza y termina la ficción?
Bueno, físicamente está muy claro que soy yo. De Vigo, casi de 50, del barrio de Teis, editor…vamos, un calco. De todas formas, yo no diré aquello de Flaubert de “Madame Bovary soy yo”, porque Toni es psicológicamente parecido a mí pero no del todo. De él tengo esa manera de amar, así como desbocada y excesiva, el amor por los libros…en eso sí que coincidimos. Y mi madre era una bendita, no como la suya…
(P): Todos tenemos misterios, asuntos ocultos en nuestras vidas, al igual que el padre de Toni. ¿De dónde parte esta historia que nos lleva de la actualidad hasta la posguerra española y la represión?
Esa es la gran pregunta, ¿cómo se nos ocurren las historias? En mi caso tenía claro que quería escribir una novela de intriga, que tuviese atrapado al lector o lectora durante cada segundo de la lectura. Pero también que tenía que ser una novela de libros sobre libros y de homenaje a aquellos héroes que se jugaron el cuello, desde el periodismo, desde las artes gráficas prestando sus imprentas para la lucha clandestina, para que acabase la dictadura.
(P): Esta es una novela también revolucionaria ya que nos hace reflexionar sobre el papel que tuvieron nuestros antepasados en la consecución de derechos y libertades, como es el caso del derecho a la información. ¿Es esto un alegato a favor de estos luchadores y luchadoras?
Sí, claro. Ya lo dije antes. Es eso. Creo que sobre la Transición y el final del franquismo se ha pasado un poco de puntillas, y hay mucho que reconocerle a toda esa gente que hizo tantas cosas y tan bien. Yo siempre les digo a las jóvenes y jóvenes en los coles e institutos que visito cada semana, que hay que pelear por mantener los derechos que otros consiguieron para nosotros, que la libertad no ha caído del cielo, que la libertad de expresión hubo que pelearla con sangre. Que no lo olviden nunca.
(P): Tienes hasta las diez trata el tema del amor, tan presente a lo largo de toda tu obra. ¿Qué significado tiene para ti este sentimiento y cuál es su sentido en el mundo?
El Amor es lo que mueve el mundo. El tuyo, el mío y el de todos. No hay otro tema. Podemos pensar que sí. Pero no lo hay.
(P): Precisamente tu última novela publicada en gallego es Amor é unha palabra coma outra calquera, en la que ‘atentas’ contra esa idea del amor romántico, una concepción errónea del amor que tanto daño ha hecho a las mujeres. ¿Cómo se cambia ese tópico desde la literatura?
Ojalá desde la literatura se pudiese cambiar. Es difícil. La sociedad está diseñada por hombres, para hombres y para mantener los privilegios de los hombres. Una de las ideas más nocivas, como bien dices, es esa del amor romántico que dice algo así como que no eres una mujer completa hasta que aparece tu media naranja para completarte. Valiente chorrada. Es una idea muy difícil de sacar de la cabeza social. Entre otras cosas, insisto, porque seguimos en una sociedad patricarcal.
(P): ¿Es fácil tratar tantos temas de índole social y al mismo tiempo enganchar al lector con un argumento trepidante y adictivo?
Bueno, yo es lo que quiero. Necesito que mi literatura hable de la realidad, se enfrente a ella y trate, en la medida de lo posible, de cambiarla. Y si además lo que escribo es entretenido, pues genial.
(P): Tu carrera literaria consta ya con más de una veintena de libros, tanto de adultos como para el público más infantil. ¿Qué supone este cambio de registro?
Es que yo no lo veo como un cambio de registro en absoluto. Creo que siempre he estado haciendo más o menos lo mismo. El mismo tipo de libros.
(P): ¿Cómo te han ayudado a la hora de crear historias tus facetas de editor y profesor?
Imagino que todo eso está ahí. Cuando escribimos lo hacemos con todo el yo encima de la mesa. El editor está en la literatura, dentro de ella. Sin duda que me condiciona. El profesor creo que cada vez menos.
(P): Eres gallego y escritor de éxito, ¿qué opinas del panorama literario a nivel general, y más concretamente en Galicia?
Es excelente y lo digo con absoluta claridad y sin “tirar para casa”. En Galicia tenemos escritoras y escritores de un altísimo nivel que están triunfando allá por donde van. La literatura gallega es de lo mejor que tenemos. Ojalá lo entendiesen los responsables políticos…
(P): ¿En qué proyecto literario estás trabajando actualmente?
Terminando dos novelas. Casi nada, ¿verdad?