
Siempre es bueno volver a Delibes, recordar la literatura de un grande de las letras españolas. Siguiendo mi costumbre de recordar las lecturas y mi pasado con un escritor o escritora, hoy siento la necesidad de contaros cómo conocí la novelística de Delibes. En 4º de ESO decidí leer El camino para una lectura de un trimestre, no recuerdo cuál. Y así en el verano quise seguir con este autor que tanto me había enganchado. Leí La sombra del ciprés es alargada, Las ratas y algún otro que ahora no recuerdo. Estos parten de la experiencia de un niño y cuentan su visión del mundo que lo rodea, de manera irónica y realista al mismo tiempo.
Y ahora, años después, y por recomendación del escritor y amigo Pepe López Ruiz (autor de Del desamparo a la esperanza) vuelvo a Delibes y Cinco horas con Mario, una novela que cambia el punto de vista y lo sitúa en la mirada de Carmen, una mujer viuda que habla a su marido durante toda la noche mientras lo vela tras su precipitada muerte. En ese monólogo la viuda le echa en cara muchas vivencias a su marido, del cual la separan muchas ideas. Ella, de familia adinerada y pudiente, con una visión clasista donde la mujer solamente debía acompañar al hombre, lamenta que Mario, su marido, no hiciese nada por ella ni la tratase como una reina. Él, el marido, es un librepensador, de izquierdas, profesor y escritor que creía en el poder de las

palabras para cambiar el orden de cosas, que no se conformaba con que los pobres fuesen pobres y los locos no pudiesen ser cuerdos. Este choque de pareceres llevan a que Carmen establezca un monólogo final en el que explica todo lo que le fastidió de su marido a lo largo de los 23 años de matrimonio. Estamos en el 24 de marzo de 1966, el franquismo estaba en su momento álgido pero se notaba ya la influencia de esos pensadores que creían en el cambio. De hecho, Mario trabaja en el periódico El Correo, el cual da cabida a las noticias y reportajes sobre las circunstancias de los más desfavorecidos, y se reúne a menudo con varios amigos que comparten sus ideales, algo que fastidia mucho a su esposa:
«Mira Mario, veintidós años y todo el día de Dios leyendo o pensando, y leer y pensar es malo, cariño, convéncete, y sus amigos ídem de lienzo, que me dan miedo, la verdad. No nos engañemos, Mario, pero la mayor parte de los chicos son hoy medio rojos».
Estas cinco horas con su marido en el lecho de muerte dan a Carmen para mucho, para sumergirnos en una radiografía de lo que fue su matrimonio. Al escucharla (porque semeja que nosotros somos Mario), una se da cuenta de que es Delibes en esencia quien está detrás: ironía y sarcasmo de las situaciones más insólitas. Me resulta impensable lo que Carmen comenta por momentos, pero me he reído muchísimo.
Ficha técnica
Autor: Miguel Delibes
Editorial: Destino
Año de publicación: 1966
Número de páginas: 336
Uno de nuestros más grandes escritores. Esta obra la he leído, releído y releído. Y siempre me deja con la sonrisa, siempre consigue que descubra matices nuevos. Tengo que retomar a este autor.
Besotes!!!
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Nunca defrauda. La verdad es que me encantó, y eso que hace unos años la había abandonado. A mí también me gustó muchísimo «La sombra del ciprés es alargada».
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Me gustó también, aunque la disfruté menos porque creo que no elegí el momento adecuado. La leí pocos días antes de casarme y hubo frases y reflexiones que dejaron un poquito plof…
Mäs besotes!!
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