El niño que comía lana

Cristina Sánchez Andrade, autora del libro de relatos "El niño que comía lana"

Me quedaría a vivir para siempre en los libros de Cristina Sánchez – Andrade, una de las mejores escritoras de nuestro tiempo, defensora de un estilo que es capaz de ensamblar lo mejor de los clásicos universales con las técnicas más novedosas. Si ya me había encandilado con Las Inviernas y Alguien bajo los párpados, ahora lo vuelve a hacer con El niño que comía lana, una recopilación de relatos que trascienden el espacio para relacionarse con otros y así generar casi una novela.

Veréis, desde hace ya un tiempo, cuando leo recopilo sensaciones y citas que me genera ese libro en una libretita y también marco con post its los fragmentos que, sea por el motivo que sea, quiero recordar en el futuro. Tras la lectura de El niño que comía lana, reviso mi libreta y encuentro estas palabras: “espacios rurales”, “niños protagonistas”, “la dignidad de la pobreza”, “la lucha diaria”, “las injusticias y la venganza”, “olor a lejía y a lana”, “los sentidos están muy bien descritos”, “el dolor de la pérdida de un hijo y la ausencia misma”, “personajes que se relacionan de una relatos a otros”. Podrían ser muchos más, pero creo que con ellos basta para expresar el mundo ficcional de esta autora. Su voz, completamente original, combina el realismo mágico y esos espacios de la Galicia rural para hablarnos de las personas, de las historias cotidianas que escondemos, y para definir qué se encuentra detrás de lo que somos.

Los relatos que encontramos aquí son muy diversos, aunque la autora intima con nosotros y nos ofrece interesantes juegos ficcionales, con la presencia de personajes en varios relatos y en circunstancias diferentes. Precisamente por este motivo podemos decir, sin temor a equivocarnos, que Sánchez – Andrade escribe siempre sobre esa Galicia desaparecida y esa otra que viene, aunque en muchas ocasiones estamos en un no – lugar, en el que se condensa la magia de lo que somos y queremos ser.

Se podrían destacar muchos rasgos de la forma de escribir de esta autora gallega, aunque quizás lo más reseñable, y lo a mí más me apasiona, es su capacidad para describir la realidad con los cinco sentidos, dando a los olores una gran importancia. Es tal su maestría que, leyendo estos relatos, una siente que se traslada al momento concreto de la acción y que incluso percibe los olores descritos. Esta idea ya se encuentra muy desarrollada en el primer cuento, ‘Manuela das Fontes’, en el que se cuenta la historia de una mujer que viaja a Cuba como ama de cría: “Pero al menos olía bien. Olía a mar y no a aceras fregadas ni a sopa de fideos”. También cabe destacar el segundo relato y el que da título al libro, en el que un niño se siente a salvo entre la lana de un cordero. Todos los relatos proponen una vuelta al pasado y una reflexión sobre la actualidad. Y es que la autora no escatima la oportunidad para reivindicar la igualdad entre hombres y mujeres, las ansias de justicia social, y la defensa de la literatura que nos hace tomar las riendas del mundo, de la que nos invita a revolucionarnos.

Luego llegaba septiembre y los niños volvíamos a la escuela, a los cuadernos, a los lápices y a los libros. A mí me gustaba lo que hacíamos allí, aunque nunca comprendí que la escuela sirviera para que no te engañaran, como me había dicho mi madre. Enseguida aprendí a leer y, como el maestro veía que tenía facilidad, me prestaba libros. Muchos eran de aventuras, otros de historia, pero los que me gustaban de verdad eran los de poesía, porque hablaban del amor y de la soledad, cosas así. Como dice el maestro, nunca se sabe muy bien qué dice el poeta porque el poeta siempre habla de sí mismo”.

En los libros de Cristina Sánchez – Andrade siempre encontramos diálogos, con la contemporaneidad pero, sobre todo, con los grandes autores, como Álvaro Cunqueiro, Gabriel García Márquez, Camilo José Cela e, incluso, en este caso un relato que pretende reconstruir el clásico de Vladimir Nabokov, Lolita, conocida aquí como Lolita M. Parker.

Ficha técnica

Título: El niño que comía lana

Autora: Cristina Sánchez – Andrade

Editorial: Anagrama

Año de publicación: 2019

Número de páginas: 213

Escrito por

Graduada en periodismo y enamorada de la lectura y la cultura. Porque leer nos hace mejores personas.

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