Celebra veinte años en la escritura de una forma muy especial: con la creación de “Floral”, una combinación de libro y perfume que encantará a sus lectores y lectoras más fieles y también a las personas que aman el universo que se descubre a través de los olores.
Espido Freire tuvo la suerte, y la responsabilidad, de ganar el Premio Planeta con tan solo 25 años y una novela que le abrió muchos caminos. Desde aquel Melocotones helados, la autora no ha dejado de adentrarse en diversos terrenos literarios como el relato, el ensayo, el género infantil y las novelas siempre cargadas de sensibilidad y de nostalgia. Hoy conversamos con ella, de esos veinte años y de proyectos presentes y futuros.
Pregunta (P:) Acabas de cumplir veinte años en la literatura, ¿qué balance haces de este tiempo?
Me ha tocado asistir a una edad relativamente temprana un cambio de ciclo: una transformación en los hábitos de lectura, que no han evolucionado de la manera en la que creíamos que harían en el siglo XX y, sobre todo, un cambio de formatos que aún está comenzando a desarrollarse. He sido afortunada al tener la oportunidad de comenzar a publicar muy joven y por lo tanto, de vivir desde la perspectiva de una escritora profesional todos esos cambios. El público no me ha abandonado nunca, y he podido experimentar en terrenos muy diferentes. Nunca imaginé que podría ser un camino tan interesante y tan creativo.
(P): Este aniversario lo celebras de una forma muy especial, con la creación de “Floral”, que incluye perfume y libro. ¿Nos puedes explicar un poquito este proyecto?
Después de veinte años en busca de formatos y de marcos diferentes para contar historias, lo lógico en mi caso era una celebración un poco diferente de una edición especial o de un libro reeditado. Un perfume inspirado en una historia original era un doble regalo: para mis lectores y para quienes no son tan aficionados a leer, pero les gusta el universo que se descubre en un perfume.
(P): ¿Cómo te ha ayudado la literatura en tu vida personal?
Ha sido y es mi trabajo, una parte esencial de mi vida. Fuera de eso, prefiero resolver mis problemas personales en lo personal. La literatura tiene sentido en sí misma.
(P): ¿Qué novela recuerdas con más cariño y por qué?
¿Novela? Quizás Irlanda. Me ha dado muchas satisfacciones, y me las sigue dando. Ha acompañado a toda una generación de lectores, y fue mi primera apuesta.
(P): Un hito importante en tu carrera fue el Premio Planeta que conseguiste a los 25 años con una novela tan potente como Melocotones helados. ¿Volverías a repetir ese momento? ¿Cómo te influyó en tu camino de escritora?
Bueno, me temo que por las normas internas del premio no puedo ganarlo una segunda vez… pero no me importaría en absoluto. La experiencia ganada me permitiría mejorar muchas cosas. El Planeta me permitió apostar por otros géneros en los que luego me he quedado: el ensayo, el relato, novela infantil… Creo que el resto de las influencias (visibilidad, seguridad en una misma, un apoyo económico) son externas a la literatura.
(P): Tus novelas destacan por contar con protagonistas femeninas muy potentes. Entiendo que es algo muy meditado para cambiar el sistema, ¿no es así?
Es algo muy meditado porque no puedo concebir una historia, ni un mundo, sin unas mujeres de esa manera. Obedece a mi realidad y la reflejan. Creo que, por desgracia, eso cambia muy poco el sistema, pero mi compromiso como escritora y como persona me obliga a ser coherente en ese punto.
(P): Además de escritora, impartes a menudo cursos y charlas y eres muy activa en las redes sociales. ¿Qué papel juegan en la vida de un escritor/a y qué contenidos compartes con tus seguidor@s?
En mi caso las redes sociales, en particular Instagram, me han permitido compartir un mundo propio mucho más directamente y de una manera más inmediata con los lectores y los seguidores (que no siempre son lectores, por cierto). Comparto mis viajes, mi trabajo, las recomendaciones literarias, a mis gatas (grandes estrellas mediáticas a estas alturas) y aficiones como la moda, la botánica, la cosmética, o la arquitectura. No permito acceso a mi vida personal, pero creo que sí comparto gran parte de mi día a día.
(P): En tus redes encontramos a menudo las llamadas recomendaciones espidianas. ¿Qué criterios sigues a la hora de recomendar un libro?
Son muy sencillos: si me gustan, lo recomiendo. Si no me ha vuelto loca, pero creo que puede gustar a una parte importante de mis seguidores, lo matizo, pero también lo recomiendo. No es una crítica literaria: para eso no hay espacio en las redes, a mi juicio. Lo acompaño con un bodegón hecho con mucho mimo en homenaje no solo al escritor, sino también a editores, maquetadores, diseñadores… a todos los profesionales que se encuentran tras el libro.
(P): Recientemente ha comenzado el programa literario radiofónico “Los Muchos Libros” en la Cadena Ser, donde tu participas con una sección muy especial. ¿Puedes hablarnos de ella y de lo que vamos a encontrar en las próximas semanas?
Ya había trabajado antes con Macarena Berlín, que es una persona de una sensibilidad muy especial, y con un amor por los libros fuera de lo común. Además, su dulzura y su inteligencia la convierten en alguien ideal para un programa de estas características. Me sugirió que me incorporara con una sección que hablara de qué había tras las novelas u obras de los autores, de ese momento desconocido de la creación, y accedí con entusiasmo. Semana a semana recorro nombres de autores y de escritoras que me parecen relevantes, y al mismo tiempo enormes desconocidos.
(P): En esos veinte años de carrera, ¿has notado cambios en tu manera de concebir la literatura? ¿Y en la forma en que te leen?
Sí, claro que sí… soy más consciente de mis limitaciones no solo cuando escribo, sino también cuando leo o pienso. Soy más reflexiva, más exigente, y al mismo tiempo, más comprensiva con autores o novelas que antes desechaba de plano. Me interesa cada vez más el teatro y la filosofía. Y respecto a cómo me leen, hay toda una generación que ya ha crecido conmigo como escritora en el panorama nacional, y eso condiciona por completo su mirada. ¡Han tenido que analizarme en libros de textos, o en la selectividad! Nunca esperé algo así.
(P): Una pregunta compleja… ¿Qué opinas del estado de la literatura actual?
Se escriben grandes novelas, pero eso no coincide, necesariamente, ni con lo que más se lee o vende ni tampoco con lo que más gusta al lector. Muchos lectores se están volviendo perezosos, y no buscan en la lectura un descubrimiento o un reto, sino la evasión o la confirmación de su realidad. Por eso mismo, los escritores tendemos a darles lo que buscan. El resultado es un empobrecimiento general de lo que se lee y se publica, cuando al haber más lectores y más escritores debería ser al contrario.
(P): Espido siempre estará pensando en nuevos proyectos. ¿Dónde te vamos a poder ver en el corto plazo? ¿Alguna novela nueva a la vista?
Novela juvenil y ensayo verán la luz en 2019, si todo sale bien. Y habrá nuevos viajes literarios y otros proyectos que se aparten de lo habitual…
Hola,
Sigo a Espido en Instagram y puedo decir que es una mujer fresca, elegante, que responde con fluidez al que le habla y eso es lo que le hace tan cercana.
Ya no nos gustan los escritores, los famosos, los presentadores que van de Divas y Divos.
Nos enamoran las personas, las que te dan lo mismo que tienes tú y que tengo yo (salvo por ingresos) en un día a día.
Su trabajo, sus viajes, sus gatitas con las que pone diálogos geniales…
En fin, que no me extiendo más, una señora, una tía accesible, que sabe qué es la vida de hoy.
Un abrazo.
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Gracias Victoria. Opino lo mismo que tú. Hoy en día los escritores y escritoras tienen la posibilidad de ser más cercanos y eso es un plus, la verdad. Gracias por pasarte por este espacio de los libros. Nos leemos
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¡Ah! Y felicidades por la entrevista.
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