El humo del diablo

Se puede decir que la historia de José Antonio Iglesias Prieto es la la de una vuelta a nacer. Este hombre nacido en Portonovo (Sanxenxo, Pontevedra) decidió un día emigrar y pasó por varios lugares de Venezuela y Colombia hasta llegar al barrio colonial de Santa Inés, en Bogotá, también conocido como El Cartucho o El Callejón de la Muerte. Ahí comenzó su martirio, pues solo se levantaba pensando en consumir bazuko, un sucedáneo de la cocaína que acabó siendo la lacra de ese barrio y de muchos otros.

José Antonio pasó de ser millonario a mendigo, el vicio lo arrastró como a otros muchos que en aquellos años 80 viajaban a otros lugares para lograr lo que en su tierra no podrían. El periodista Fernando Salgado reconstruye esta historia en su segundo libro, El humo del diablo, y lo hace dando la voz y todo el protagonismo a José Antonio. Este hombre se dirige a nosotros directamente, nos cuenta su historia en primera persona. Como bien reconoció Fernando Salgado en una conversación que tuvimos, «él es un seductor, un hombre muy culto que te seduce con las palabras», algo que también pudo comprobar el cineasta cucuteño Germán Piffano, con el que se encontró un día por casualidad y con el que forjó una gran amistad.

Por aquellas Germán era un joven estudiante de Antropología en la Universidad de Los Andes que estaba trabajando en su trabajo de graduación, cuyo tema eran los habitantes de la calle. Fruto de las conversaciones y de la conexión que nació entre Germán y José Antonio nace e documental Infierno o Paraíso, que narra las vivencias de nuestro protagonista.

Estas vivencias son también el tema de El humo del diablo es una crónica, la historia de un ascenso y de un descenso, de cómo puedes estar hoy arriba y mañana abajo. Pero también nos hace una radiografía de la historia de un país como el nuestro, donde la emigración se vio siempre como una solución a los problemas. En esos años 80, el mundo de la droga comenzaba a aflorar y el desconocimiento llevó a una desinformación total de la población y de muchas madres que veían cómo sus hijos morían a causa de algo que no sabían qué era exactamente. En medio de esa situación, y viendo que el paro juvenil iba en aumento, muchos optaron por irse lejos. Salgado fue testigo de este momento y nos lo transmite a través de la narración de la vida del portonovés.

Aunque este libro se centra en la vida de una persona, lo cierto es que es inevitable que no aparezcan personajes míticos del mundo del narcotráfico en Galicia, tal y como el es clan de Sito Miñanco o de los Charlines, que tan bien se explica en el reciente libro de Nacho Carretero, Fariña. De fondo también encontramos la historia del barrio colombiano de El Cartucho, que fue finalmente derruido en el año 2000.

Como bien se dice en el prólogo, elaborado por Calros Solla, es un libro que más bien habría que disfrutar con la intensidad del humo de una calada, tal y como defendía el gran Hunter S. Thompson quien, drogado y alcoholizado, escribió sus mejores libros, idea llevada al extremo en Miedo y asco en Las Vegas. Este libro se lee con el corazón acelerado, pero con la certeza de saber que en la actualidad José Antonio es un hombre recuperado, que volvió a nacer.

Ficha técnica

Título: El humo del diablo