
Lo que caracteriza la vida y la felicidad del ser humano es la capacidad para sentir, para vivir momentos con los otros, aunque lo que varía de unos a otros es la intensidad, el tono del sentimiento. El primer libro de Elisa Sánchez Prieto destaca precisamente por la intensidad, porque los hechos más cotidianos están pasados por el sentimiento más sincero, y se atisba una nostalgia por la infancia de la autora, dividida entre un colegio de monjas y sus veranos entre la naturaleza asturiana.
Arena en los ojos cuenta la vida de cuatro mujeres y un hombre de la misma familia, que sienten como nunca y por eso se plantean muchas reflexiones en torno a lo que deberían hacer y lo que realmente hacen. Las épocas son diferentes, pero las sensaciones y evocaciones tienden a repetirse.
Los ambientes y temas tratados son cotidianos, aunque destaca el debate alrededor de la educación y su función en las sociedades. En dos de las mujeres de la novela se puede ver la lucha que desempeñaron muchas personas en diferentes épocas. Y es que durante la posguerra española y con las posteriores reformas educativas, siempre ha quedado patente una cuestión: la educación nunca ha interesado realmente a los sectores políticos, de los que no se reciben los apoyos efectivos para que la enseñanza pase a considerarse como una profesión de las más importantes de una sociedad. Mientras no entendamos esto, el sistema parece condenado a estancarse y a no prosperar en este terreno.
Es esta una primera novela muy lograda, con un estilo que combina la sencillez con las expresiones y palabras de lo común, y un guiño a la lengua gallega. La cotidianeidad es una característica que atisbamos muy bien en obras como Lo que me queda por vivir, de Elvira Lindo, o en toda la narrativa de Almudena Grandes. Sánchez Prieto se luce con esta historia muy femenina, demostrando que las mujeres no solo tienen que estar detrás de los hombres, sino que han protagonizado a lo largo del tiempo importantes papeles de los que han sido protagonistas.
«Me contó que el arte es como el amor, que no es cuestión de verlo, sino que hay que hacerlo»
Es esta una historia sencilla, muy poética, al igual que la propia biografía de la autora, incluida en el libro: «Fui niña de bici, de buscar bichos, de pescar en las pozas y de matar cangrejos a perdigonazos. Niña de saltar y correr y también de atroces miedos nocturnos -como el de ser abducida por los extraterrestres-. Y un verano de repente, y puedo demostrar que fue de repente, pasé de niña a mujer, como dice la canción». Tanto en la novela como en esta descripción biográfica, se nota que la autora lleva la poesía pegada a la piel.
Resumiendo, que la música suena entre las palabras de Elisa, y nosotr@s nos dejamos llevar como en una escalada de emociones hasta llegar al culmen y querer bajar y subir de nuevo.
Ficha técnica
Autora: Elisa Sánchez Prieto
Editorial: Irreverentes
Año de publicación: 2015
Número de páginas: 344