
Sentir empatía con el autor / protagonista de un libro es un aspecto que actúa como catalizador a la hora de que una historia te llegue o no adentro, al corazón. Para mí la causante de que Elvira me haya llegado es la siguiente frase que Rubén Angulo escribió en su prólogo:
«Leo los libros de tres en tres, intercalo clásicos con ensayo y escribo historias infumables que, no me pregunten por qué, luego cuelgo del marasmo amazónico (supongo que aspiro a que algún incauto se identifique con mis insípidas desventuras)».
Aquí nos habla Rubén de cómo surge Elvira, su segunda novela publicada después de La escritura necesaria. En ella se oponen locura y cordura, lo real y lo onírico y se confunde al lector dejando entrever solamente detalles que construyen un argumento.
No sabemos si el narrador está preso de sus propias obsesiones o si en realidad esos palés bajo los que se encuentra atrapado son fruto de su imaginación llena de obsesiones. Lo cierto es que estas cien páginas se nos presenta un escenario desasosegante, claustrofóbico, similar al que crea el belga Peter Terrin en El vigilante, en el que se expresa lo más bajo del ser humano. A la par de esta descripción del escenario, la conciencia del protagonista actúa por libre y recuerda la historia de amor-obsesión vivida con la mujer llamada Elvira.
Elvira, que comparte protagonismo con el hombre narrador, es descrita como una persona que «trataba a las personas con brutalidad, sin molestarse en apagar rescoldos» y eso es precisamente lo que hace con él. Pero existe un enamoramiento, ya que, al tener una vida hastiada, con sueños rotos, cualquier ilusión actúa como garantía de una vida mejor. Y ahí es donde observamos cómo funciona la conciencia cuando nos encontramos en una situación extrema o, lo que es lo mismo, entre la vida y la muerte.
«A mí me gusta creer que éramos almas desvalidas. Simplemente sucedió que nos encontramos y decidimos hacer un alto en el camino».
Aferrarse a un clavo ardiendo, hacer lo que sea para no terminar condenado a soportar una existencia mediocre. En el fondo, toda literatura aspira a funcionar como una fórmula mágica, y efectiva, para no caer en el olvido. Si nadie nos salva de la muerte, al menos que los libros nos salven del olvido. Estoy segura de que Rubén Angulo será recordado porque sus libros nos hacen reflexionar, pensar en las obsesiones y sueños humanos, y creer que la mejor literatura no es casi nunca la más vendida.
Epílogo: hago un aparte en esta crítica para dar ánimos al autor, ya que estoy segura de que todas esas novelas que llenan cajones, serán publicadas algún día. Para nuestro deleite, más novelas como esta son necesarias.
Ficha técnica
Autor: Rubén Angulo Alba
Editorial: Lord Jim Ediciones
Año de publicación: 2015
Número de páginas: 108
«En el fondo, toda literatura aspira a funcionar como una fórmula mágica, y efectiva, para no caer en el olvido. Si nadie nos salva de la muerte, al menos que los libros nos salven del olvido. Estoy segura de que Rubén Angulo será recordado porque sus libros nos hacen reflexionar, pensar en las obsesiones y sueños humanos, y creer que la mejor literatura no es casi nunca la más vendida.»
Y yo haciendo una reseña de tu reseña.
Gracias por estas palabras, porque mi objetivo último no es otro que emular a los clásicos. Cuando empezaba a escribir copiaba párrafos enteros de mis novelas favoritas por lo perfectos que me resultaban. Luego intentaba cambiarlos intentando engañar al lector para que sintiera que eran míos. Luego que terminaba la novela esos párrafos sobraban a todas luces. Se notaba que no pertenecían a mi voz, significaban como un ladrillo de color blanco en una fachada roja caravista.
Con el tiempo he alcanzado una voz propia que ya no puedo abandonar, que es mía y que evoluciona, naturalmente. Y no tengo ninguna duda de que «Elvira» es un buen producto. He escrito hasta el momento 5 novelas y orgulloso puedo decir que me atrevo a colocarla al lado de mis clásicos. Es la única novela de la que estoy orgulloso en todo y si escribo todo esto es porque has dicho que «Elvira» será uno de esos escritos que me salvará del olvido. Ahora mismo apenas se la leerán unas docenas de lectores, quizás, con un poco de suerte unos pocos centenares porque la novela se da para ser prestada entre amigos y familiares. Pero por «Elvira» no pasará el tiempo porque trata sobre caracteres humanos, y estos no cambian.
Un abrazo de
Rubén Angulo Alba
y ¡Feliz Año 2016!
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Realmente Rubén eres de esos escritores por lo que no pasa el tiempo, en el sentido de que tus palabras no perderán su importancia. Las dos novelas que leí tuyas son buenas aunque no tengan aún el reconocimiento merecido. Abrazos!
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