Rutina. Enfermedad. Soledad. Adicción. Violencia. Tristeza. Pobreza. Desamor.
Esas palabras son inspiradas por las ilustraciones de Fría Aguilar que se incluyen en el libro Ser gato, y que forman un tándem perfecto con los textos de Edgar Borges, para construir una historia que nos habla del anhelo que tenemos los seres humanos de libertad, de ser quienes queremos ser. Pero, lejos de lo que podría parecer, no resulta una tarea fácil, sino todo lo contrario, pues habitamos un mundo cada vez más solitario en el que se tiende a la homogeneidad de ideas y a la dictadura de lo políticamente correcto. También en el arte, con la difusión de productos comerciales que no tienen más afán que entretener y no nos ayudan a crear un discurso y un pensamiento crítico.
Como reacción a ese capitalismo cultural y de saturación informativa, el escritor venezolano Edgar Borges nos vuelve a sorprender con un libro que nos hace pensar, como hace siempre, pero con el añadido de que aquí se rompe más la forma para generar una revolución interna, como un fuego que entra en combustión. Ser gato es un libro muy especial, el más potente del autor, que llega a nosotros para impulsarnos a cuestionarnos todas nuestras inquietudes, y sobre todo a hacernos sentir. ¿Acaso no querríamos ser gatos por un momento? ¿Acaso no es mejor caminar a paso lento para conocer todas las variables del camino? Son dos de las muchas preguntas que me inspira este libro que siento como magia pura que llega un año después de la declaración de la pesadilla Covid-19 y que sabe a agua fresca, y que se lee como un largo poema ilustrado. Además, de nuevo Borges nos habla directamente a las personas que lo seguimos desde siempre, a través de guiños que aluden a libros anteriores, como La niña del salto (“La niña del salto huye de sus padres; los padres, hace tiempo, se acostumbraron a huir de su yo pasado”, “ser mujer y saber saltar como una niña”), o La ciclista de las soluciones imaginarias (“Como cuando escapé de mi barrio con la ciclista de las soluciones imaginarias”). Estos textos nos hacen pensar que Borges escribe una novela continua, como le ocurre a los grandes novelistas, que plasman a lo largo de su vida sus obsesiones de distintas formas.
Ser gato constituye, pues, una obra de arte, un deleite para los sentidos, un libro – objeto que se goza en soledad, en compañía, y en múltiples lecturas. Una vez más, a sus pies, querido Edgar.
“Descansar sobre libros. Ser el analfabeto que exorciza palabras”.
“Era un tipo reactivo, el pensamiento era un ruido demasiado incómodo para quien solo pretendía excluirse del sistema”.
“Como si la batalla del ser consistiera en desprenderse, liberarse, hacerse, salir de las cuerdas y caminar”.
Ficha técnica

Título: Ser gato
Autor textos: Edgar Borges
Ilustraciones: Fría Aguilar
Editorial: Altamarea
Año de publicación: 2021
Número de páginas: 61