¿Somos cotillas literarias si nos interesa conocer los mecanismos de creación de nuestros escritores y escritoras favoritos? ¿Se aprende a escribir bien leyendo a los que escriben bien? Pienso en estas dos ideas de perogrullo mientras analizo Escribir un árbol, plantar un hijo y tener un libro, una suerte de diálogo de escritura creativa que nace de conversaciones entre Cristina Sánchez – Andrade, una de mis escritoras favoritas con títulos como Las Inviernas o Alguien bajo los párpados, y el que fue su alumno en los cursos de escritura, Alberto Echavarría, autor de libros de cuentos principalmente y al cual todavía no he tenido el placer de leer. Este libro nos sumerge de lleno en los vericuetos de la imaginación, en los procesos de escritura, en los mecanismos de la creación, en el debate en torno a la musa de la inspiración… de forma que estamos delante de una delicatesen para gozar y aprender. Y yo, que ya sabéis que soy una obsesionada de los libros sobre libros o creación, me deleité en cada una de estas reflexiones, subrayé infinitos fragmentos, y me los marqué como brújulas a seguir en el acto solitario que es la lectura y, por defecto, la escritura. Un acto solitario compartido, esa es la sensación contradictoria que nos queda al terminar este libro que, con todo, resulta infinito en cuanto a reflexiones y citas de otros autores y autoras alrededor de la creación.
Aunque se tratan temas genéricos, el libro se detiene en otros concretos que seguro que interesarán a una gran cantidad de público, estén interesados en la creación o tan solo en buscar referencias bibliográficas. Temas controvertidos y ante los cuales, tanto Cristina como Alberto reaccionan con sinceridad, como se debe hacer para que este ejercicio literario funcione.
Hablan, por ejemplo, de los talleres literarios, que en los últimos tiempos han generado mucho debate, sobre todo entre las personas fans y las que se proclaman escépticas. ¿De qué lado estáis vosotr@s? Dice mi querida Cristina que “el talento, está claro, no se puede enseñar. A menudo, el que lo tiene, es incapaz de explicar en qué consiste, como esos dos peces que nadan perfectamente sin siquiera saber qué es el agua. Por otro lado, el escritor, ¿nace o se hace? La pregunta, ya clásica, no ha tenido mejor respuesta que la dada en su día por Augusto Monterroso: No recuerdo a ningún escritor que no haya nacido”. La verdad es que no podría expresarse mejor, pues una persona tiene que ser escritora, aunque la técnica se pueda aprender y/ o mejorar.
También me ha interesado muchísimo esa parte en la que hablan de la creación de los personajes y las diversas tramas, y en este caso, tanto Cristina como Alberto coinciden en señalar que la escritura tiene mucho que ver con sacar a la luz esas ideas que nos inquietan, perturbadoras, tenebrosas… y que el diálogo debe provocar mayor impacto que en la vida real, al igual que los personajes. Quizás, las personas que leemos a Cristina tenemos claro que sus libros son eso, vida en estado puro y que los olemos, los oímos, los vemos e, incluso, los tocamos con los dedos.
“Estoy segura de que si no se escribe sobre lo que nos preocupa o interesa o trastorna, no se puede escribir nada con interés…”
Lo dicho y lo no dicho, la frase de “menos es más”, dos reflexiones que nos llevan a pensar en la creación como esa forma de ver el mundo de forma minimalista, y en la que es necesario podar mucho. Alberto, como buen alumno de Cristina y escritor, resalta un consejo que le dio su profesora:
“Muchas veces, escribiendo cuentos, me he dado cuenta de estar trabajando con algo que no remitía a la idea principal del cuento, al tema del mismo. Entonces me acordaba de ese consejo tuyo y me deshacía de eso. ¡Fuera! En la facultad, en una asignatura de diseño gráfico, un profesor nos dijo un día que siempre que dudáramos entre poner o no poner una cosa, no la pusiéramos. Creo que este consejo para el diseño gráfico podría valer también para el relato”.
En fin, que este libro es deleite puro, una joya para todas las personas que amamos el oficio de escribir y leer, para las que queremos entender las complejidades de la mente de las personas creadoras, y para las que amemos el universo literario de estos dos autores que llevan la literatura clavada en la piel, y que ya no se pueden (quieren) desprender de ella en ningún momento de sus vidas.
Ficha técnica

Título: Escribir un árbol, plantar un hijo y tener un libro
Autores: Cristina Sánchez – Andrade y Alberto Echavarría
Editorial: Triacastela
Año de publicación: 2020
Número de páginas: 309
excelente posteo, estoy haciendo un cursos de escritura y espera llegar a este nivel en algún momento
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