“Me dijo:
estás envejeciendo.
Tú y lo que te asusta
estáis envejeciendo”.
Observo a menudo que en todas las vidas, especialmente las literarias, tarde o temprano se produce un debate en torno a la infancia y la edad adulta. Esa lucha latente da paso a obras muy interesantes y con las que todas las personas nos identificamos, ¿no creéis? Pues bien, de esta idea nace el libro Llenos los niños de árboles, un poemario de Cristina Sánchez – Andrade cuyos versos transitan por la infancia y el paso del tiempo hasta la vejez, como dos tiempos que se parecen y se diferencian. El poema que inicia este texto condensa una idea clave en todo el poemario: cuando vas envejeciendo, eres consciente de lo que pasa a tu alrededor y vas perdiendo miedos, quizás porque ya nada es nuevo, o porque la vida precisamente te lleva a ello.
Llenos los niños de árboles contiene versos que prestan mucha atención a la naturaleza como dadora de libertad, aunque también nos alerta de los peligros. La autora gallega, que escribió novelas tan inolvidables como Las Inviernas o Alguien bajo los párpados, se estrena en la poesía haciendo gala de ese don tan suyo para introducirse en lo más recóndito de nuestras vidas, en esos sentimientos universales que, a pesar de todo, ella cuenta como si se tratase de algo insólito. Ella posee esta capacidad: la de capturar el alma y la de llevarnos a mundos concretos y abstractos a la vez.
Encuentro muchas concomitancias entre este poemario y su reciente libro de cuentos, titulado El niño que comía lana. Las situaciones y los personajes se mezclan, y es inevitable pensar que unos beben de los otros. Así ocurre, por ejemplo, en el poema que habla de una vieja que empuja un carricoche con un perro: “Hace cincuenta años perdió a su hijo y ahora ese perrito se llama como él”. O el otro en el que un niño vomita lana, y que transcribo a continuación:
“Es solo un instante. Un ruido procedente de
[las tripas del niño. Un bufido de gato.
El vientre se contra, y entonces el niño,
con la boca apretada, eleva el abdomen dos o
[tres veces para recibir la arcada. Por fin
[lanza la cabeza hacia adelante,
y vomita.
Una bola de lana resbala sobre la camilla hasta
[caer al suelo.
Está envuelta en un líquido amarillo y viscoso,
como el amor”.
Una propuesta muy potente, que indaga en las heridas, y que alarga ese mundo mágico que la autora conoce tan bien en la narrativa. Y es que todos sus libros nos producen un placer intenso aunque nos cuenten sucesos tristes y asquerosos. Muy recomendable este poemario envolvente, que captura el universo de una de las autoras más potentes del panorama literario español actual.
Ficha técnica
Título: Llenos los niños de árboles
Autora: Cristina Sánchez – Andrade
Editorial: La Bella Varsovia
Año de publicación: 2019
Número de páginas: 68
¡genial!
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Tomo buena nota.
Besotes!!!
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