Crudo

Olivia Laing, autora de la novela "Crudo"

Vas recogiendo lo que te encuentras, todo son materiales, en fin, ¿qué es el arte sino una forma de plagiar el mundo?”

A día de hoy me interesa mucho la literatura como construcción, como un artificio con el cual damos forma a las preocupaciones vitales del ser humano. Y, aunque pareciera difícil, lo cierto es que cada vez sentimos más ganas de encontrar un significado a las grandes preguntas del mundo actual, esos grandes misterios que tienen mucho que ver con la vida cotidiana. De eso habla Crudo, una novela impactante, provocadora y nada convencional, escrita por Olivia Laing y traída a nuestra lengua de la mano de Albert Fuentes y la editorial Alpha Decay. Un libro que se lee de una sola sentada, aunque el poso que nos deja equivale a un grito, a un aullido, ante el mundo que nos rodea y que amenaza con asolarnos.

Crudo constituye el debut en la novela de Olivia Laing, una aclamada crítica y escritora inglesa que, consciente del momento que vivimos, nos lleva a pensar sobre el estado de excitación actual y cómo muchas circunstancias nos impiden concentrarnos y comprometernos con algo. Para ello nos lleva a los pensamientos de Kathy, una mujer en la cuarentena que se casa en unos días y a la que la embarga una sensación de preocupación incesante, de agobio ante el compromiso y de miedo por el futuro demasiado negro. Se crea entonces un clima de desasosiego del que nosotros, los lectores y lectoras, también participamos a través de una escritura y un estilo cuando menos desconcertantes, en el que se combinan citas de la escritora feminista, contracultural y posmoderna Kathy Acker. Motivo este que me lleva a pensar en esta novela como un constructo literario novedoso, pues en ella se combina un presente muy actual (con el Brexit, el régimen de Trump y la velocidad de las noticias, a modo de preocupaciones principales) con una forma de narrar apegada al terreno del desorden y desconcierto. De ahí que mientras nos sumergimos en los pensamientos de la protagonista sintamos la necesidad de gritar con ella y, al terminar, volver a empezar.

Crudo destaca entonces por su lenguaje metafórico y por esa capacidad para provocarnos con cada cita, con cada reflexión. Casi es como un espejo en el que duele mirarse.

Kathy captó la idea, aunque notaba que el aturdimiento le iba subiendo por el cuerpo. La velocidad del ciclo diario de noticias, la hiperaceleración de la actualidad, conocía bien esos placeres, por más mareantes que fueran. La gente se acostumbraba a ellos, se volvía adicta a los certeros chutes de indignación de las diez de la mañana, las tres de la tarde y las siete de la noche”.

Leer Crudo supone reflexionar sobre el exterior desde el interior, y ahí radica la originalidad en el tratamiento por parte de la autora, pues, además de situar la acción en un presente muy actual, el intimismo se emplea como fórmula de crítica social. Es decir, desde el desasosiego propio de una mujer de cuarenta años que duda sobre si casarse o no, asistimos a una recreación del mundo muy cruda (de ahí el título).

Ficha técnica

Título: Crudo

Autora: Olivia Laing

Traductor: Albert Fuentes

Editorial: Alpha Decay

Año de publicación: 2019

Número de páginas: 128

Escrito por

Graduada en periodismo y enamorada de la lectura y la cultura. Porque leer nos hace mejores personas.

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