Matar por la patria, ese concepto que ha atravesado toda la historia de los seres humanos, y sobre el que Han Kang reflexiona a comienzos de su nuevo libro, Actos humanos. A fuerza de llamar a la reflexión, quisiera compartirlo con vosotr@s:
“- ¿Por qué les cantan el himno nacional a esas personas que mataron los militares? ¿Por qué las envuelven con la bandera, como si no fuera la misma patria quien las hubiera matado?- preguntaste con cautela.
-Los militares se amotinaron para hacerse con el poder. Tú has visto cómo apaleaban y usaban sus bayonetas contra la gente a plena luz del día, ¿no? Como eso no fue suficiente, dispararon sus armas. Así se les ordenó que hicieran. ¿Cómo se puede considerar patria a quienes hicieron semejante cosa?- te respondió Eunsuk, abriendo mucho los ojos”.
Es un debate de actualidad este de la patria, como ocurre cada cierto tiempo, no lo vamos a negar. Esa patria a la que consideramos madre, pero en cuyo nombre se cometen después tantas barbaries, y en la que muchas veces las libertades se coarten en su nombre, al igual que acontece con la religión mal entendida. En parte, esta reflexión se puede trasladar a lo que me ha sugerido la lectura de Actos humanos, de Han Kang, la autora de la exitosa La vegetariana. En este caso, con un estilo también novedoso aunque no tanto como la primera, la autora revive la atrocidad ocurrida en su pueblo natal, Gwangiu en mayo de 1980, cuando un ejército surcoreano sofocó a sangre y fuego una rebelión popular con centenares de víctimas. Como ella misma recuerda, los militares atacaron con lanzallamas a la población que estaba desarmada, y les dieron balas de plomo a los soldados, cuando estaban prohibidas por la legislación internacional por causas humanitarias. El sufrimiento y el caos de la gente fue total, pues muchos no entendían los porqués de lo que se estaba produciendo.
Actos humanos surge como una pulsión de la autora, que no fue capaz de olvidar los hechos ocurridos en su infancia. Aquí se recuperan algunas de las voces silenciadas, y se recrea lo sucedido pero, como ya habíamos observado en La vegetariana, las descripciones de la mente y de los cuerpos no son amables ni han pasado el filtro para no herir sensibilidades. Más bien todo lo contrario. Si te adentras en él tienes que mentalizarte de que algo te va a cambiar por dentro, de que entrarás en un bucle donde la cruda realidad se manifestará ante ti. Y eso se convierte en un acto valiente, pero también de justicia social.
Dicen desde la editorial Rata que si lees este libro, debes prepararte para ser víctima. No podría definirlo mejor, sobre todo al leer ciertos párrafos, como donde se escribe que “mi cuerpo seguía pudriéndose. Cada vez se apiñaban más moscas en la herida abierta. Los moscardones posados en los párpados y los labios se movían lentamente frotando sus patas, negras y delgadas”. Y para todos los curiosos, la verdad es que los libros de Rata no son fáciles, ahí radica precisamente su fuerza.
Ficha técnica
Autora: Han Kang
Editorial: Rata Books
Año de publicación: 2018
Número de páginas: 271
Una lectura dura, por lo que cuentas. Me resulta muy interesante. No la conocía así que me la llevo anotada.
Besotes!!!
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