Mejor la ausencia

Edurne Portela se estrena en la novela con "Mejor la ausencia"

 

A la hora de describir un conflicto, pocas voces son más potentes que la de un niño que desde la más sincera inocencia habla de los cambios que acechan su corta vida. Esta técnica literaria, la de emular la voz de un niño, ha sido una de las grandes fórmulas para llegar al lector en lo más profundo. Recuerdo El niño del pijama de rayas,  de John Boyne, o El gran cuaderno, de Agota Kristof, así de primeras, aunque hay muchísimos más ejemplos.

Salvando las distancias, Mejor la ausencia, de Edurne Portela, narra la violencia íntima y política en aquellos años ochenta en un pueblito al margen del río Nervión, donde las drogas recalan para acabar con tantas vidas. Y para cambiar tantas otras, cambios que vamos conociendo en la voz de Amaia, la más pequeña de una familia de cuatro hijos, en la que el padre siempre está ausente y la madre vive a su merced.

En esta familia algo pasa, aunque el lector lo va experimentando poquito a poco, en pequeñas dosis, de la voz de la joven Amaia, que crece en esa ausencia, con ese padre que no está que tiempo después intenta recuperar el tiempo perdido. Su voz es la de tantos y tantos jóvenes que tuvieron que crecer rápidamente en un ambiente hostil, en un lugar en el que el conflicto vasco estaba aún muy presente y lo teñía todo de negrura.

La violencia en forma de rabia, de antídoto contra el medio, de supervivencia, es el gran tema de este libro que aborda el conflicto vasco y Eta, sin nombrarlo directamente. Porque, ante todo, esta ausencia del padre se identifica con esta ausencia de nombres de las cosas, de lo que pasa en la vida de estos personajes condenados de por vida, y que pugnan por salir del abismo en el que están sumergidos.

“Me gusta la sensación de empezar a perder la conciencia de las cosas, la sensibilidad de mis propios miembros, a confundir la distancia entre mi cuerpo y los objetos que me rodean. Disfruto la dejadez, la pesadez, la inmovilidad que me invade. Quedarme dormida en el sofá y despertarme sin saber la hora que es. Sin haber soñado. Sin saber quién soy o dónde estoy. Beber un poco hasta no saber si pienso o no pienso. Ni siquiera si existo.”

La toma de conciencia de lo que ocurre en sus vidas se va haciendo poco a poco vívida, a medida que Amaia va creciendo hasta convertirse en una joven condenada por su propio medio, al ambiente en el que se ha criado y del que, aunque lo intente, no puede escapar del todo. Por eso, y ese tema recurrente del libro, vuelve a ser mejor la ausencia, no enterarse de lo que en realidad ocurre y limitarse a pasar por la vida.

Edurne Portela ha publicado en los últimos años varios artículos sobre el conflicto vasco y la necesidad de una cultura capaz de afrontar las secuelas, motivo por el cuál escribió El eco de los disparos, un ensayo sobre este tema, y que aborda magistralmente en forma de novela en Mejor la ausencia, en la que se augura una voz narrativa muy potente.

Ficha técnica

sobre_mejor-la-ausencia_defTítulo: Mejor la ausencia

Autora: Edurne Portela

Editorial: Galaxia Gutenberg

Año de publicación: 2017

Número de páginas: 234

 

Escrito por

Graduada en periodismo y enamorada de la lectura y la cultura. Porque leer nos hace mejores personas.

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