Que las redes sociales han cambiado nuestras relaciones y nuestra forma de comunicarnos con el mundo es ya una realidad. Poco podríamos imaginar que en cuestión de diez años estuviésemos teniendo las mayores conversaciones vía Whatsapp y Hangout, compartiendo nuestras vivencias por Facebook y opinando en directo en Instagram Pinterest o Twitter. Estas herramientas, y muchas más han llegado para revolucionar. Y no es extraño que ya se llegue incluso a la literatura y, más concretamente, a la poesía.
Es inevitable que, si queremos triunfar hoy en día en el terreno de las letras, tengamos que estar presentes en las redes sociales. De hecho, se producen dos dinámicas que indican las sinergias existentes entre el mundo tradicional y el de las redes sociales. Por una parte, los autores y autoras que ya llevan años triunfando, se pasan ahora a este nuevo mundo para estar también presentes y no quedarse sin un público que les puede ser muy útil; y por otra, eses nuevos escritores/as que nacen precisamente de Instagram, de Twitter y de Facebook. Este último es un mundo con futuro, y desde el cual muchos poetas han llegado a tantas personas que han abrazado anónimamente sus letras.
Carmen Quinteiro, y su presencia en las redes
Mi autora adoptada de este año es Carmen Quinteiro, una poeta pontevedresa que tiene publicados dos poemarios en los que el mundo se siente muy de cerca y en los que conecta con las sensaciones más íntimas de los lectores/as. Caleidoscopio y Desde esta orilla están íntimamente ligados, pues nacen de lo que deja un amor que ya no está.
Carmen Quinteiro es también profesora de infantil, un mundo en el que se reconoce más feliz que nunca. En los ratos que sus niños le dejan escribe, echa un vistazo a su interior y convierte los latidos del corazón en versos y microcuentos, que nos impactan por su brevedad e intensidad. A pesar de que ella se dio a conocer gracias a la primera autopublicación de Caleidoscopio, lo cierto es que pronto la encontramos en las redes sociales compartiendo a diario momentos y poemas que surgen de la mirada atenta con la que transita por el mundo, por pequeño que este sea. Al preguntarle por el uso de las redes sociales, ella reconoce que “son como una ventana, a la que te asomas y que te ofrecen la posibilidad de observarlo prácticamente todo y llegar casi de forma instantánea a cualquier lugar que imagines. Sin moverte del sitio, conocer, reconocer, profundizar, descubrir y aprender de todo aquello que quieres o necesitas”. Aunque también alerta de otro peligro, “esta inmediatez, esta facilidad para encontrar información lleva el riesgo -como a mí me ha sucedido muchas veces- de acabar «perdiendo» el tiempo en búsquedas innecesarias, fuentes erróneas o falsas y en definitiva, entendiendo eso de que las redes sociales sí o sí, son redes, como te descuides un poco y no pongas atención por donde te paseas”.
Las nuevas generaciones, ¿un futuro para la poesía?
Hablar de poesía hoy en día es pasar inevitablemente por Instagram y Twitter, las dos redes por las que están eclosionando tantas imágenes y textos que parten de la curiosidad de personas jóvenes por ver el mundo, y por llegar a gentes de su edad. Estar presentes hoy aquí es una fórmula casi asegurada de éxito para llegar a las nuevas generaciones, y revertir esa idea de que casi no se lee poesía. Nombres como Irene X, Marwan, Sara Búho, Defreds, Iago de la Campa, Mónica Gae, Elvira Sastre, Diego Ojeda han nacido precisamente de estas redes, y han conectado tanto con los lectores que ya cuentan con libros publicados. La dinámica funciona así: empiezas a seguir a una persona de la que no sabes nada en Instagram, tus textos te remueven por dentro, y a raíz de ahí quieres hacerte con libros suyos. Es un terreno que han aprovechado editoriales como Frida Ediciones, especializada en publicaciones de este estilo.

Nuestra autora, Carmen Quinteiro es consciente de este fenómeno, del que nos habla así: “por supuesto que si hay más acceso a los poemas, si es más fácil compartirlos y hacerlos llegar a otras personas, si entrar en una página que recopila poemas de autores clásicos o no, sólo está a la dificultad de unos pocos clics, está claro que es más fácil que alguien acabe encontrándose con algún poema o escritor que llega para remover y del que indefectiblemente, van a querer saber o leer más”.
Se puede hablar ya de una nueva poesía, auspiciada por nuevos poetas que nacen en Internet, y la verdad es que supone un soplo de aire fresco para este género que había perdido tantos y tantos lectores y lectoras debido a que se fue alejando mucho de la sociedad. No es extraño escuchar aún por la calle que los poetas son seres que nadie entiende, que se complican la vida con palabras raras que no llegan más que a unos pocos estudiosos o catedráticos de universidad. Aunque cada día esta tendencia se reduce más, con la ayuda de los nuevos medios y poetas que llegan para demostrar al conjunto de la sociedad que, como dice Carmen Quinteiro, “saltitos en el alma los sentimos todos”.
Algunos de los textos que publican estos nuevos/as poetas en las redes sociales, donde tienen miles de seguidores.






Mi queridísima adoptante: no puedo sentirme más feliz, más regalada y cuidada. Muchísimas gracias por la entrada, por el proyecto y por el impulso que cosas así siempre traen de la mano. Un abrazo enorme.
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