“A veces he llegado a maldecir esta aldea, su silencio y su quietud. Sin embargo, creo que ahora no podría marcharme, pues estas montañas una y otra vez me sorprenden desde su silencio perfecto. Parecen brotar de la oscuridad misma de la tierra. Se alzan ahí, siempre libres y sin sentido alguno, como un paisaje anterior al tiempo de los hombres”.
Con estas palabras expresa María la quietud de ese tiempo de Las Alpujarras, mientras cuenta la historia de amor-desamor de su amiga Elsa. Es una voz ficcional, pero en ella se reconoce a Adelaida García Morales, esa escritora que estuvo en lo alto y bajó tan rápidamente como subió.
El silencio de las sirenas fue galardonada con el III Premio Herralde de Novela en 1985, y su principal virtud es la capacidad de la autora para describir el amor platónico de Elsa por Agustín Valdés, desde el punto de vista de María, una profesora que llega a ese pueblo apartado y que descubre que en realidad ese sentimiento es enfermizo.
Elsa siente un amor muy intenso, tan intenso que parece no tener lógica si consideramos que solo vio a su amante en dos ocasiones, y que es a través de los sueños donde crece este sentimiento, por cierto no correspondido.
Así, el corazón de la protagonista está lleno de tristeza, lo que se remarca con ese ambiente grisáceo, invernal, en esa aldea en la que el tiempo no avanza y en la que sus gentes no tienen ocupaciones aparentes.
“Cuando dejé atrás la venta de Las Angustias y entré en Las Alpujarras, tuve la impresión de cruzar una frontera precisa y de penetrar en un mundo extraño que se volvía hacia sí mismo, encerrado en una quietud intemporal”.
Si se compara este relato con El Sur o Bene, una llega a la conclusión de que, una vez más, la autora siempre esboza personajes masculinos plagados de misterio y de incomprensión. Es como si sus escritos formasen un corpus con su propia biografía. Y es que confirmo que leer a Adelaida es una maravillosa experiencia, que fortalece y duele a partes iguales.
Ficha técnica
Título: El silencio de las sirenas
Autora: Adelaida García Morales
Editorial: Anagrama
Año de publicación: 1985
Número de páginas: 168
Pues no tiene mala pinta y no la conocía. La tendré en cuenta.
Besotes!!!
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