
Lucía Baskaran debuta en la literatura con la publicación de Partir, novela que viene avalada por ser finalista del Premio Herralde en 2015. Nacida en Zarautz, en 1988, es redactora actualmente en el magazine Kulturaldia, columnista en el periódico Diagonal y feminista radical. Su biografía cuenta que con 17 años huyó a Madrid para formarse como actriz, terreno que explora en Partir, novela que habla sobre la juventud y sobre lo difícil que es regresar con los sueños rotos. Entre otras referencias, su literatura ha sido comparada con nombres como Amélie Nothomb o Sylvia Plath.
Pregunta (P): Te defines como feminista radical, ¿qué significado tiene para ti este término?
Creo radicalmente que las mujeres somos personas. Parece una obviedad, pero muchos aún no lo tienen claro.
(P): Tu primera novela, Partir, es un grito generacional, y ella encontramos ciertas coincidencias con tu biografía. Resuélvenos el enigma, ¿es fácil partir o es mejor volver?
En mi caso, partir siempre ha sido más fácil que volver. Volver sabía a derrota.
(P): ¿Por qué te aventuras a escribir esta novela, y cómo surge?
Siempre había querido escribir una novela, pero lo veía difícil, lejano. En un viaje que hice a París, sucedió algo que pensé que podría ser un buen comienzo de novela si lo ficcionaba. Después me propuse seguir, escribiendo mínimo 1000 palabras al día.
(P): Llama la atención las referencias que haces en Partir a lo que se llama ‘postureo’ que tanto se practica hoy en día, ¿hasta qué extremo nos gusta aparentar?
Supongo que dependerá de la vulnerabilidad de cada una.
(P): Victoria, tu protagonista, es una chica que siempre se ha querido comer el mundo, como todo adolescente, hasta que un día descubre que es mejor vivir con los pies en la tierra, y eso le cuesta. ¿Volverías a la adolescencia?
Ni por todo el oro del mundo. La adolescencia me parece una etapa de la vida durísima.
(P): Tu escritura hace alarde de un humor y un sarcasmo muy marcado, y tu expresión no es políticamente correcta ni mucho menos, en temas como el sexo, la masturbación femenina, pero estos continúan aun siendo tabús, ¿cómo lograr que se hable de ello con normalidad?
Hablando de ello con normalidad.
(P): Te han comparado con autoras tan consagradas como Sylvia Plath o Amélie Nothomb, y a eso hay que sumarle que fuiste finalista del Premio Herralde de Novela, ¿qué suponen estos comienzos que auguran éxito?
Es halagador, sin duda. Luego que se vendan libros o no, ya es otra cosa.
(P): No pasan desapercibidas tampoco las referencias y críticas que haces al mundo de la interpretación, ¿cómo se encuentra este panorama?
Ni idea, pero no tiene buena pinta.
(P): Eres muy activa en los medios digitales, pero ¿cómo ves el mundo editorial?
Lo desconozco, pero desde fuera, la sensación que da es que hay un montón de editoriales, que se editan muchísimos libros y que no se lee tanto para todo lo que se edita.
(P): ¿Cuáles son tus referentes en literatura, cine …?
En literatura: Zadie Smith, Henry Miller, Aixa de la Cruz Chuck Palahniuk, Ben Brooks, Caitlin Moran, Lorrie Moore, Virginia Woolf, Virginie Despentes, Yasmina Reza, las hermanas Brontë…
En cine: las hermanas Wachowski, Jane Campion, Lone Scherfig, Michael Haneke, Yorgos Lanthimos o Lars Von Trier.
(P): ¿Estás inmersa en algún proyecto literario del que nos puedas hablar?
Sí. Estoy escribiendo mi segundo libro, que espero que esté listo para finales de este año.