Las viudas de los jueves

Aparentar como estilo de vida. No ser, sino aparentar. Es esta una idea con la que la autora argentina Claudia Piñeiro juega en su novela Las viudas de los jueves, con la que ganó el Premio Clarín de Novela en el año 2005. Esta obra, de tono policial, simboliza ese mundo de apariencias que se dio en Argentina en los años 90, hasta que todo se desmoronó en el año 2001 con la inestabilidad social y económica y la presencia del corralito, esa restricción de dinero en efectivo de las cajas bancarias del país.

Las viudas de los jueves cuenta la vida de apariencias de las personas que habitan el los countries, urbanizaciones cerradas con múltiples comodidades y alejadas de la realidad.

En el barrio privado de Los Altos de Cascada viven varias familias unidas por ese afán de protagonismo, por vivir en un lugar exclusivo con todos los lujos incluidos y sin ser conscientes en ningún momento de que el mundo se tambalea y los cimientos de su vida acomodada no pueden sostenerse por más tiempo. En esas vidas donde jugar al tenis o al golf parece ser la rutina diaria, y esas reuniones sociales el pan de cada día, aparece un extraño suceso una noche que nos lleva a preguntarnos quienes son realmente esos personajes que se esconden tras las cortinas de las apariencias.

Claudia Piñeiro nos va desgranando en cada capítulo a todos los personajes y sus miserias, su cinismo, la forma de comportarse en sociedad y lo que realmente hay detrás de cada acto. Y así iremos avanzando de su mano hasta descubrir que el suceso acaecido esa noche no es más que una fatídica consecuencia del carro de vida que llevaban y del que no fueron capaces de escapar.

Es esta una historia que presenta unos paradigmas sociales que no solamente se dan en esos barrios privados de Argentina, sino que están más cerca de todos nosotros de lo que creemos. Y es que a menudo nos sumergimos tanto y tanto en nuestra burbuja de bienestar que no nos percatamos de lo que acontece al alrededor. En este sentido, podemos comparar esta novela con El vigilante, de Peter Terrin, donde dos guardias de seguridad están vigilando un sótano de unos edificios y no ven más mundo que el que tienen delante de sus narices.

Ficha técnica

Título: Las viudas de los jueves