El escritor y crítico literario Toni Montesinos escribe en la dedicatoria de su último libro: “En olvido de mi padre, que me destruyó para siempre”. Creo firmemente que las dedicatorias son siempre una firme declaración de intenciones y, a menudo, una extensión del sentido de lo que encontraremos escrito a continuación, pues en muchas de ellas se da cuenta de los porqués de una historia.
Toni Montesinos comienza La letra herida. Autores suicidas, toxicómanos y dementes, con un prólogo autobiográfico que él define como “autodestructivo del pasado”, y en el que asevera que todo lo malo de su forma de ser se lo debe a su padre. Se refiere a “mi timidez enfermiza, espantosa, estúpida, que ha anulado tantas iniciativas de todo tipo; mi escasa autoestima; mi miedo patológico por las cosas simples; mi fatalismo ante lo que a buen seguro se convertirá en desgracia, pues para qué esperar la dicha después de tantas experiencias aciagas; mi desinterés por mí mismo, como si no tuviera derecho a nada, como si tuviera que reducirme a dar algo a los demás y contentarme con ser siempre secundario, prescindible, invisible…” Resulta duro leer esta descripción personal por parte del autor, y al mismo tiempo lo comprendo un poco, pues cada día veo más claro que somos las fortalezas y las debilidades de nuestros progenitores.
Quizás en su caso estas debilidades (y maldades) fueron mayores, sobre todo por un padre tiránico y avasallador, que anuló casi por completo su infancia y su ser mismo. Entonces, él se pregunta, “¿cómo dedicar un libro, un acto este de recuerdo de alguien comúnmente de carácter afectuoso, al olvido de una persona?” Y rápidamente se responde que toda su vida ha sido y es un continuo afán por olvidar a ese “hombre de belleza inaudita y cerebro demente, violento y vicioso”. Y a partir de ahí, Toni Montesinos recopila una serie de breves biografías de escritores y escritoras vinculadas con esa otra parte que a menudo queremos olvidar todos y todas: la otredad. En este libro, el autor analiza la relación de la literatura con el suicidio, las drogas y la locura, algo que también ha hecho recientemente Rosa Montero en el ensayo El peligro de estar cuerda, y que a mí me interesa muchísimo.
La letra herida se puede leer de forma desordenada, pues cada capítulo, de extensión muy breve, recoge las semblanzas de un autor o autora y el momento en el que su mente se vio trastocada, o bien por elementos externos o por su propio funcionamiento interno. Por aquí encontramos a Cesare Pavese, Friedrich Nietzsche, Emilio Salgari, Rubén Darío, Jack London, Virginia Woolf, Fernando Pessoa, Francis Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway, Malncolm Lowry, Juan Rulfo, Hunter S. Thompson, Raymond Carver, Emil Cioran,y muchísimos más. A partir de todas sus historias vitales, Toni Montesinos se hace diversas preguntas que comparte con nosotros: ¿acaso la locura contribuye a fluir la creación artística? ¿Son mejores escritores aquellos que escriben bajo los efectos de las drogas? ¿El mundo es pequeño para aquellos que han perdido un trozo de su mente?
Muchísimas preguntas, muchísimas anécdotas y muchísimas formas de entender la escritura y la vida. Eso es La letra herida, aunque sobre todo me parece un canto hermoso y una defensa de la literatura, pues los libros se asemejan un poco a botes salvavidas cuando atravesamos tempestades complejas.
Ficha técnica

Título: La letra herida. Autores suicidas, toxicómanos y dementes
Autor: Toni Montesinos
Año de publicación: 2022
Editorial: Berenice
Número de páginas: 282
Querida Tens, he leído esta reseña y me he comprado el libro. Creo que es lo mejor que puede provocar la reseña sobre una obra. Resulta que estoy trabajando con el tema del dolor en la literatura, y algunas cosas que dijiste me mostraron la utilidad de este libro para mi estudio, y, por supuesto, para mi curiosidad.
Espero que 2023 te haya sorprendido bien, enérgica, como siempre, luminosa, como siempre. Te abrazo y te deseo el año más bonito de vida. para Lecturafilia, la gloria.
con cariño Gabi
Gabriela Guerra Rey http://www.gabrielaguerrarey.com/
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