A lo largo de mi camino en este blog, siempre he intentado rodearme de los mejores, y seguir aprendiendo siempre. Por eso, además de libros de narrativa, también suelo sumergirme en ensayos y estudios que analizan el oficio de la crítica y de la divulgación literaria. Me apetece mucho recomendaros De oficio, lector, una conversación demorada en la que Bernard Pivot, uno de los grandes periodistas culturales franceses, con el historiador Pierre Nora, y que publicó en España Trama Editorial en una traducción de Amaya García Gallego.
De oficio, lector nos ofrece las reflexiones y los puntos de vista, los conocimientos y las experiencias de uno de los grandes de la información literaria del país galo. Bernard Pivot es un periodista y crítico literario francés, que dirigió y presentó los programas Apostrophes y Bouillon de culture, que le permitieron difundir su experiencia como lector público, y entrevistar a figuras tan reconocidas y a veces controvertidas como Vladimir Nabokov, Marguerite Yourcenar, Charles Bukowski, Roman Polanski, el Dalai Lama etc.
Pero, ¿cómo concebía Pivot estos programas? Como él mismo explica, “en aquella época, los sillones de Apostrophes eran muy mullidos, se hundía uno en ellos. Tanto Nabokov como Solzhenitsyn se negaron a sentarse ahí. Exigieron asientos duros. Así que opté definitivamente por la dureza, y ningún invitado de Apostrophes tuvo en adelante la posibilidad de acomodar su persona, augusta o vacilante, en la molicie”. Como se entresaca de sus palabras, Pivot tenía muy claro que el periodismo literario no debía ser conformista, que se debía ejercer con pleno conocimiento y con la vocación de formar ciudadanos libres y con capacidad crítica. Por eso siempre defendía la labor que deberían tener los medios de comunicación públicos, y que a día de hoy habría que recordar de nuevo, sobre todo cuando en nuestro país cada vez se recorta más el tiempo y la calidad de los programas destinados a la información y divulgación cultural. El periodista nos deja muchísimas cuestiones sobre las que reflexionar en este libro, como cuando recuerda a Milan Kundera y esa reivindicación que hacía del periodismo: “El poder del periodista no está basado en el derecho a preguntar, sino en el derecho a exigir respuestas”.
Bernard Pivot habla de lo que significó este programa en Francia desde el año 1975 hasta el 1990, en los que “enseguida Apostrophes se forjó la imagen de ser un programa donde la gente iba a pensar, charlar y debatir” y, por lo tanto, fue una luz de la cultura seguida por muchísimas personas y que también revolucionó la forma de hablar de libros en la televisión. Aparte de esa experiencia más profesional y centrada en ese programa, Pivot deja constancia en esta larga conversación de lo que para él suponen los libros y el ejercicio de la honestidad y la coherencia, que se demuestran en las anécdotas que comparte con nosotros. Por ejemplo, consciente de que quería ser una persona libre, confiesa que rehuía a los cócteles de las editoriales, a los almuerzos literarios y “tampoco accedí nunca a hacer anuncios de coches, de queso, de seguros, de Correos y Telecomunicaciones, de vino…” Y es que él defendía la ética y la deontología periodística, dos valores que también hoy en día habría que volver a recordar.
En definitiva, De oficio, lector se concibe como un ejercicio de memoria, que reivindica a un programa y a un periodista que ayudaron a sentar las bases de lo que sería la divulgación literaria en la televisión y el papel que deberían cumplir los medios públicos. Y no hay que olvidar las reflexiones que Bernard Pivot lanza sobre su experiencia y el papel que cumple la cultura en las sociedades.
Ficha técnica

Título: De oficio, lector. Respuestas a Pierre Nora
Autor: Bernard Pivot
Traductora: Amaya García Gallego
Editorial: Trama
Año de publicación: 2016
Número de páginas: 206