«La loca de la puerta de al lado» de Alda Merini

Sufrir es un arte. Hay que aprender a sufrir. Y sobre todo hay que sufrir sin redimirse […] Quien no tiene miedo a la muerte es el poeta. Quien la desafía todos los días. Quien la busca. Quien se alimenta de comida inapropiada, quien se levanta a horas inapropiadas, quien se junta con personas inapropiadas y decide vivir de otra manera es siempre y únicamente el poeta. Por la poesía su alma se ciega, se apasiona y se domestica. Mi amor es un amor sáfico. Sólo he amado a los hombres cuando me han parecido tiernos y muy dulces”.

La escritura y la locura han estado siempre íntimamente relacionadas, quizás porque toda ficción entraña algo de búsqueda, de interrogantes similares a los que se producen en las mentes trastocadas. Ante eso, las personas lectoras intentamos buscar qué es lo normal y lo anormal, como si esos términos existiesen realmente y no fuesen sino un constructo social que perjudica a las voces creadoras.

A lo largo de la historia ha habido muchos escritores y escritoras que han transitado por el filo de la locura, que tuvieron que convivir con enfermedades mentales que no comprendían y que intentaban analizar en la literatura, como Virginia Woolf o Alejandra Pizarnik, dos mujeres cuya escritura ha marcado dos épocas muy diferentes y que son consideradas imprescindibles. Ellas dos, y otras tantas, también deben lidiar con el apelativo de “malditas”, asociado a aquellas artistas que destacaron por su mente implosiva y por haber acabado con sus vidas, debido a que el mundo se les quedaba corto.

Alda Merini, figura clave de la poesía italiana del siglo XX, posee una obra literaria muy atravesada por la locura, y por las experiencias en los hospitales psiquiátricos en los que estuvo ingresada, y que la llevaron a vivir en la marginalidad. Precisamente, todo esto le sirve de material para escribir su autobiografía La loca de la puerta de al lado, una novela que te impacta de lleno, en la que se confunde realidad con ficción y en la que la autora juega con la mente, ¿o la mente con ella? Traducida al castellano por Raquel Vicedo, esta obra recorre algunas de las experiencias vitales que más han marcado a la poeta italiana, como las relaciones amorosas, la maternidad, la creación literaria, y esa sensación de no ser capaz de manejar una cabeza que a veces se le escapaba.

La loca de la puerta de al lado existe realmente: es una vieja perezosa y borrachuza, coronada por una mata de falsos rizos, y chismosa como buena vecina de corrala. Estaba conmigo antes del manicomio y conmigo seguirá toda la vida. Una frágil mariposa de amor me une a ella, a pesar de que parece de papel maché. Esta mujer es una realidad exonerante, está encorvada como el demonio”.

La loca de la puerta de al lado es un libro que nos lleva a los infiernos, pero que está escrito con una belleza descomunal, esa que emerge siempre en los momentos más pésimos de la existencia. Leer a Alda Merini se define como un orgasmo, en el que subes y bajas continuamente. Prosa y poesía van de la mano para demostrarnos que la literatura es esto: el dolor y el alma, la sinceridad, el abrirse en canal, las vísceras y el corazón.

Ficha técnica

Título: La loca de la puerta de al lado

Autora: Alda Merini

Traductora: Raquel Vicedo

Año de publicación: 2021

Número de páginas: 167

Escrito por

Graduada en periodismo y enamorada de la lectura y la cultura. Porque leer nos hace mejores personas.

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