Me desconcierta muchísimo cuando le pregunto a mis amigos hombres de qué hablan con otros hombres, y me dicen que de fútbol, de coches, de banalidades… Sin ánimo de generalizar, lo cierto es que la sociedad les ha atribuido a ellos la obligatoriedad de ser fuertes, y de nunca mostrar sus debilidades, a diferencia de las mujeres, a las que nos suelen endilgar la empatía y las emociones. Ante eso, los hombres parecen quedarse relegados a ser sujetos inertes, casi exentos de sentimientos o, por lo menos, con una incapacidad tremenda para hablar de cómo se sienten, qué es lo que pasa por su cabeza o trascender el ámbito de lo cotidiano para ascender hacia lo abstracto. Todo esto, claro, en el marco de una situación privada e íntima.
Pienso en todo esto tras terminar de leer un libro escrito por un hombre que, precisamente, rompe con lo anterior para exponerse, para desnudarse emocionalmente ante nosotros e, incluso, para compartir sus debilidades. Porque, aunque parezca lo contrario, todas las personas aparentamos fortaleza aunque a veces la vida se nos tambalea. Hombres que caminan solos, de José Ignacio Carnero, transita por ese terreno pantanoso de las emociones, abriéndose en canal y hablando sin tapujos sobre la ansiedad y la depresión, precisamente en un momento en el que la sociedad se ha quedado trastocada por una pandemia mundial. Él ya había escrito esto antes del Covid-19, pero nos llega ahora y creo que lo comprendemos mejor, sobre todo las personas que, como yo, creíamos tener los cimientos bien armados hasta que una patada los tiró al suelo.
Hombres que caminan solos juega con múltiples historias, que se sitúan entre la ficción y la realidad o, como a algunos les gusta llamarlo, por la autoficción, género que el autor ya había practicado en Ama, el relato sobre su madre fallecida por un cáncer, y en el que confiesa sentirse cómodo. Quizás es que la vida contiene mucho de ficción, y que la ficción, al fin y al cabo, es vida. Y esta historia genera mucho escozor, muchísimo dolor, pero también es de las que curan, quizás porque la empatía que sentí con el protagonista pocas veces la había experimentado antes leyendo un libro. ¿Me entendéis? Y es que el autor bilbaíno consigue evocar sentimientos universales y hablar del dolor sin melodramas, siendo consciente de lo que le pasa y de los pasos que hace para intentar salir adelante, aunque estos sean absurdos: un viaje con su padre a un entierro, un enamoramiento por Tinder… Creo que, en este sentido, estamos delante de una novela plenamente contemporánea, que consigue expresar, a través de pequeños detalles, en qué consiste la soledad obligada, y ese momento complejo en el que la depresión te azota, aun sin motivos aparentes (y es que no siempre existen razones lógicas).
“No sabría describir cómo es la depresión, pero me he propuesto escribir este libro y tengo que intentarlo. Diría que es una profunda oscuridad, una grieta en el alma. Devastó mi espíritu hasta tal punto que no era capaz, no ya de escribir una línea, sino ni tan siquiera de concentrarme en el argumento de una película que estuviera viendo. Durante un año apenas produje nada. Es una falacia la supuesta relación entre la locura y la inspiración. Además, no salía de casa; envases de comida precocinada, latas de cerveza y cartones de productos comprados en Amazon. Cada dos días, cuando anochecía, salía de mi apartamento y depositaba la bolsa con todos esos desperdicios en el contenedor. Durante un año mi vida se limitó a eso: a producir basura”.
Como veis, Hombres que caminan solos es un libro que es capaz de evocar lo bello en medio de lo más negro, y ahí precisamente es donde consigue llegar a cualquier persona, en esa cotidianeidad, en esa sensación de que todos podríamos vivir en algún momento una situación similar. Es, pues, la crónica de una bajada a los infiernos y la subida de nuevo a la vida, y ahí, en ese interludio se encuentra la buena literatura, la que a mí me gusta.
Ficha técnica

Título: Hombres que caminan solos
Autor: José Ignacio Carnero
Editorial: Literatura Random House
Año de publicación: 2021
Número de páginas: 185