Para ser un buen escritor es necesario poseer la capacidad de observación del mundo. Una mirada curiosa y atenta sobre los lugares y personas que nos rodean darán siempre para buenas historias. En esto pienso cuando me adentro en el universo de cineasta sevillano Nicolás Pacheco, quien observa con detenimiento lo que ocurre y crea pequeños retazos que nos emocionan. En Para que me imagines encontramos historias cotidianas, pequeñas pero a la vez muy grandes, que recogen la savia del mundo que nos ha tocado vivir y reflexionan sobre él, desde una óptica vitalista y de toma de conciencia.
Para que me imagines destaca por una prosa poética y a la vez por su construcción cinematográfica, en la que los sentidos adquieren una importancia destacada, pues aquí se nos invita a oler, escuchar, palpar, ver, y pensar. Sobre todo, estamos delante de destellos para repensar nuestra forma de vivir y de concebir la existencia, y por eso no se oculta esa parte filosófica y existencialista que entronca con la cotidianeidad.
“Quizás deberíamos seguir el ejemplo: apagar el aire acondicionado de nuestros apartamentos, recuperar nuestros lagos, los ríos enfermos, y declarar lo natural de los cuerpos, sean jóvenes o viejos, flácidos o voluminosos, como una forma de expresión del estar conformes, libres, desprovistos de prejuicios con el propio ser; sin lástima, burla, repugnancia o hilaridad; sin demonizar unos físicos que en su desnudez se saben dignos, aceptados, y al fin amados. Para que me imagines”.
Este libro, ideal para disfrutar a pequeños sorbos y en ratos de estrés, contiene en sí mismo un análisis muy interesante y necesario sobre la sociedad actual, la cual se preocupa más por el capitalismo en vez de posibilitar la unión entre las personas y las culturas propias. Dividido en diversos relatos que transitan por Bogotá, Berlín, Bruselas, Bucarest o Buenos Aires, Para que me imagines recupera la esencia de viaje y de la filosofía del “carpe diem”. Porque, es cierto, estamos construidos de recuerdos, de vivencias, y de personas, y realmente es necesario que volvamos a detenernos en nosotros mismos, y nos alejemos de la superficialidad que nos azota y amenaza los cimientos de nuestra existencia.
Me quedo con la definición que hace el autor de su experiencia con la escritura: “Quizás esa sea la mayor virtud de un escritos, la de recordar, sobre todo, experiencias literarias alegres y tranquilas. Aunque todas ellas dejan sus señales en las manos, en la espalda, en todo el cuerpo”.
Ficha técnica

Título: Para que me imagines
Autor: Nicolás Pacheco
Editorial: Extravertida
Año de publicación: 2019
Número de páginas: 91