Leía el otro día una columna que reflexionaba sobre el camino que estamos recorriendo en aras de conseguir la igualdad. Un proceso tortuoso, con muchos altibajos y con ganas infinitas de tirar la toalla, pero también necesario. Y, creedme, una vez que estás en él ya no quieres retroceder, aunque a diario te cuestiones todo el orden de cosas y lo que hasta ese momento creías. El feminismo es así, un camino de largo recorrido en el que encontramos a fantásticas personas que se unen a nosotras. Tal es el caso de Ménades Editorial, un proyecto que nace este año después de un exitoso proceso de crowdfunding a través de la plataforma de Verkami. Este equipo multidisciplinar se proponen recuperar las voces de las mujeres y ofrecer ensayos con postura crítica, labor que llevan a cabo a través de tres colecciones: “Olvidadas”, “Actuales” y “Trincheras”.
Pregunta (P): Ménades Editorial surge como reivindicación y visibilización de las mujeres escritoras. Pero, ¿qué más objetivos perseguís con este proyecto?
Queremos ser un altavoz para reconocer el trabajo de muchas escritoras en la misma medida que está reconocido el de los autores, ya que sus aportaciones fueron tanto o más valiosas que las de sus colegas masculinos y aun así continúan sin figurar en los libros de texto, antologías o enciclopedias más que como anexos. Necesitamos recuperar todos esos referentes que el canon androcéntrico nos ha usurpado para que sirva de inspiración a las escritoras actuales, que narren desde su punto de vista lo que los autores llevan siglos narrando y que ha servido para formarnos hasta hoy una idea incuestionable del mundo. En otras palabras, rescatar y reivindicar esa genealogía silenciada, y, al mismo tiempo, demostrar la universalidad en los temas literarios tratados por autoras de todas las épocas y nacionalidades, ya que las mujeres han escrito a lo largo de todos los siglos sobre todos los temas que existen, no únicamente de uno o dos (a los que siempre se pretende reducir su escritura). Por otra parte, queremos ser también punto de referencia del ensayo feminista, tocar temas de plena vigencia desde una postura crítica y abrir con nuestros títulos un diálogo siempre vivo y enriquecedor.
(P): ¿Quién forma parte de vuestro equipo y cuáles son las novedades editoriales con las que arrancáis?
La primera en gestar la idea fue Carmen Peire, fundadora de la Asociación de Mujeres Escritoras e Ilustradoras (AMEIS), que se la propuso a Javier Baonza, quien tiene más de diez años de experiencia en el mundo editorial. Él fue el nexo de unión con el resto de compañeras: una periodista (Nahiara Burgos), una filóloga, filósofa y biblioteconomista (María Sánchez), una ilustradora y diseñadora (Sandra Delgado) y una editora y escritora (Gema Nieto). Hemos arrancado fuerte, con diez títulos en menos de dos meses, pero la razón es que queríamos cubrir todas nuestras colecciones desde el principio y darnos a conocer con nombres tan potentes como el de Maryse Condé, Willa Cather, Anne Lister o Carole Pateman.
(P): Para poder hacer este sueño realidad habéis convocado un crowdfunding vía Verkami, en el que recibisteis apoyo de muchas personas. ¿Por qué optasteis por esta vía y cómo resultó la experiencia?
Es muy difícil emprender un proyecto de esta envergadura hoy en día. Los costes derivados del trabajo editorial pueden llegar a ser muy altos y en ocasiones es difícil lograr que la actividad editorial sea una realidad a largo plazo: hay que cubrir los gastos de traducciones, derechos, impresiones… Es por ello que nosotras lanzamos una campaña de crowdfunding en la plataforma Verkami para poder comenzar, al menos los primeros meses, de un modo fuerte y visible, y además para tantear entre el público lector si un proyecto así era realmente necesario, como sospechábamos. La respuesta de la gente ha sido maravillosa, hemos sentido el cariño y el apoyo de muchísimas personas de toda España que han depositado su confianza en nosotras.
(P): Por ahora contáis con tres colecciones (Olvidadas, Actuales y Trincheras). ¿Qué encontramos en cada una de ellas?
Las tres líneas editoriales en las que trabajamos son el reflejo de los objetivos principales que tenemos: por un lado, existe la colección que denominamos “Olvidadas”, donde queremos hacer justicia literaria con autoras cuyas obras guardan una calidad literaria destacable y que fueron obviadas, menospreciadas y minusvaloradas sólo por ser mujeres. También es nuestro deseo, a través de la línea “Actuales”, dar la oportunidad a aquellas autoras que actualmente luchan por ver publicados sus textos y, en la línea de ensayo que hemos llamado “Trincheras”, reflejar este conjunto de teorías presentes dentro del feminismo y que son un horizonte hacia el que encaminarse si queremos construir un mundo más igualitario.
(P): Estáis llevando a cabo una labor importante de las traductoras e ilustradoras, ¿en qué se parece y se diferencia sus casos y el de las escritoras?
Cuidamos a nuestras traductoras muchísimo y valoramos su trabajo como parte indispensable de la cadena de producción del libro: ellas son las voces en nuestro idioma a través de las cuales se comunican con nosotros las autoras extranjeras, vivas o ya fallecidas. Tenemos algunas autoras que son también ilustradoras y complementan sus textos con imágenes, como el caso de Inés Herrero, y a nuestra diseñadora, Sandra Delgado, le debemos las portadas de las tres colecciones, tan características y sugerentes. Creemos que ha sabido dar en el clavo con lo que cada colección exigía y que el trabajo visual debe ir en consonancia en todo momento con las demandas del texto.
(P): ¿Qué opináis de la eclosión de la literatura escrita por mujeres que se está dando en la actualidad?
El mundo editorial es en realidad un mundo muy feminizado en el sentido de que somos mayoría las mujeres que trabajamos en él, pero en los puestos más bajos. Un rápido vistazo a las listas de libros más vendidos puede darnos la falsa impresión de que las autoras (y las mujeres) mandan en el mercado editorial, pero no es así, son los hombres quienes siguen copando los puestos directivos y de decisión, por eso abundan más las reseñas realizadas por hombres a libros escritos por hombres, los premios literarios entregados a autores por jurados casi exclusivamente masculinos… Las mujeres ocupan porcentajes irrisorios en el mundo cultural: en el catálogo de las grandes editoriales suman el 20%. Sólo un 7% de los seres humanos que aparecen citados en los manuales de educación secundaria en España son mujeres. Un 11% son las galardonadas en premios literarios, y un 9% forman parte de instituciones, academias, jurados… Hemos normalizado esta invisibilización hasta el punto de no cuestionarla nunca.
«Las mujeres han escrito a lo largo de todos los siglos sobre todos los temas que existen, no únicamente de uno en uno».
(P): ¿Cómo habéis vivido la huelga feminista del pasado 8 de marzo y qué análisis hacéis de la misma para el sector editorial y literario?
Hicimos huelga, por supuesto, y si hace falta estar haciéndola durante cien años más (el tiempo que estiman el Foro Económico Mundial y la Confederación Europea de Sindicatos que tardaremos en conseguir la plena igualdad salarial y real entre hombres y mujeres), pues estaremos cien años insistiendo. Como comentábamos antes, la igualdad en el sector editorial es un espejismo a todos los niveles. Nos sorprende mucho escuchar a menudo que la visibilidad de las mujeres escritoras está cada vez más garantizada o salvaguardada porque son abrumadora mayoría las mujeres lectoras en nuestro país. Y no, no tiene nada que ver que la masa lectora sea en gran parte femenina para que las autoras actuales y de todos los siglos sigan en un nivel más bajo de aprecio, valoración y divulgación que sus colegas masculinos. Las mujeres leen más, sí, pero están menos representadas y visibilizadas en la literatura, en los premios, en los suplementos culturales y los medios generalistas… No es casualidad que la mayor parte de los críticos literarios, columnistas y líderes de opinión sean hombres, que reseñan y dan voz a las obras creadas por hombres.
«Sólo un 7% de los seres humanos que aparecen citados en los manuales de educación secundaria en España son mujeres».
Durante el 8 de marzo escuchábamos mucho la palabra “igualdad” como consigna, pero creemos que hay que empezar por llenarla de contenido. Y la base para empezar a educar en la igualdad está en los colegios, en los libros de texto, en enseñarles a niños, niñas y adolescentes que las mujeres también fueron protagonistas en la Historia, que escribieron, que pintaron, que realizaron descubrimientos científicos, que consiguieron triunfos deportivos… Esto no es algo secundario sino esencial: la educación es el pilar de todo, la herramienta para desmontar prejuicios y falsas creencias, porque a lo que ves como tu igual desde la infancia, es mucho más difícil que lo desprecies a lo largo de tu vida.
(P): ¿Qué opináis de que el feminismo se haya vuelto viral y un concepto ‘de moda’? ¿Hay verdadero compromiso o muchas empresas se están subiendo sin más al carro?
Es cierto que el feminismo ahora se ha extendido, se ha ampliado a círculos de población en los que antes no se conocía o ni se mencionaba y se ha llegado a convertir incluso en “una moda”. Dejando a un lado frivolidades, la verdad es que es satisfactorio ver que van surgiendo cada vez más perspectivas feministas en todos los medios y que cada vez más lectores, editores y mediadores son conscientes de su necesidad. Es una labor pedagógica la que se está haciendo, lenta pero efectiva.
Lo que ya no nos gusta tanto es ver a muchos medios o grandes grupos de comunicación apropiándose de unos mensajes por los que nunca han apostado y en los que ahora únicamente ven el interés comercial, o a ciertas editoriales sacando una línea o sección feminista o “de mujeres”, como si el feminismo tuviera que interesarnos únicamente a nosotras o fuera un problema nuestro y no de la sociedad al completo. Nunca hemos visto una sección “de hombres”, probablemente porque abarcaría todo el catálogo y porque estos libros son los que se relacionan con la literatura universal, nunca particular o específica.
«La igualdad en el sector editorial es un espejismo a todos los niveles».
(P): ¿Os está resultando complejo encontrar a mujeres escritoras para publicar?
En absoluto, todo lo contrario. Además de estar recibiendo muchísimos manuscritos y propuestas (que por desgracia no damos abasto para valorar), nos está resultando muy fácil dar con obras de autoras descatalogadas o nunca publicadas en nuestro país, sin centrarnos únicamente en escritoras de ficción, sino también en filósofas, sufragistas, antropólogas… Basta con consultar el canon androcéntrico que todos conocemos y hemos estudiado y empezar a investigar los huecos, los silencios de las mujeres que han sido apartadas y que a nada que buscas surgen de todas partes. Ojalá pudiéramos publicarlas a todas, nos encantaría porque la lista es cada vez más extensa.
(P): ¿Qué novedades tendremos de Ménades en el medio largo plazo?
En los próximos meses publicaremos a autoras tan interesantes como Katherine Routledge, cuyas teorías antropológicas continúan vigentes hoy en día, Agustina González, una mujer que desafió toda convención y que fue fusilada junto con Lorca, Emmeline Pankhurst, la líder del movimiento sufragista, o Ángeles Vicente, autora de la primera novela de temática lésbica publicada en España, a principios del siglo pasado. En Trincheras contamos con autoras de la talla de Julia Serrano o Victoria Sendón. Y en Actuales, nombres que quizá no son tan conocidos pero que van a dar mucho que hablar, como Yolanda González, Blanca Berjano, Fahmida Riaz o Mónica Sánchez.