“El desorden propio no deja de tener una lógica para el que lo genera. La posición de los objetos. El estado de los artefactos. La nevera. La perfección no es necesaria. El que desordena sabe muy bien por qué hace las cosas. La lógica del desorden se impone a cualquier cuestionamiento externo”.
La lógica del desorden. De eso nos habla Los absurdos, la última novela de Silvia Zuleta, que se construye como un potente ejercicio de reflexión sobre los tiempos que nos han tocado vivir, el capitalismo galopante que amenaza nuestras ilusiones y la soledad que se cuela como protagonista en muchos hogares. No diré que Los absurdos sea una novela amable, porque es todo lo contrario, y por eso a mí me aportó tanto. Los personajes están creados como Ulises que buscan su Ítaca particular, su lugar en el mundo, y también por la capacidad de la autora para general debates interesantes e intensos. Encontramos aquí a Flavia, una chica veintiañera, que termina sus estudios de antropóloga en Madrid, y que debe tomar una decisión importante y rara a la vez: matar a un anciano del barrio de Tetuán. Ahí, en ese momento es donde se inicia el misterio de la trama, aunque lejos de lo que podríamos pensar en un principio, no estamos delante de una novela policiaca, sino que se mezclan varios géneros: la aventura, la intriga, la intimista y el toque filosófico y existencial. Acompañando a Flavia están sus amigos Javier y Andersen. El primero aterriza en España después de dejar atrás una Argentina que le hastiaba muchísimo, y el segundo se dedica a elaborar informes económicos que vive una crisis particular a raíz del divorcio con su esposa.
Esta tríada de personajes irá alternando su historia y contándonos la vida como un juego en el que nosotros tenemos que luchar por sobrevivir. Con sus reflexiones, el lector tendrá la oportunidad de cuestionarse muchísimos asuntos relacionados con la vejez, la crisis económica, el consumo cultural, la burbuja inmobiliaria, el hastío existencial, y el sentido de ciertas decisiones. Por todo ello, estamos delante de una novela ambiciosa, que hará las delicias de los paladares más exquisitos y que me vuelve a demostrar que en toda la negatividad de la vida existe siempre la belleza. Y es que, a pesar de que lo que aquí se nos cuenta no sea agradable, el estilo está muy cuidado y la combinación de palabras españolas y argentinas aporta una gran belleza al conjunto.
A pesar de la fuerza de esta novela y de lo mucho que a mí me ha interesado, sí que se observa un cierto exceso de temáticas, pues la autora peca de querer reflexionar sobre muchas cuestiones, y por eso a veces se desdibuja el objetivo principal. Un fallo que hace que la novela se ralentice hacia la mitad, aunque no nos impedirá disfrutar del lenguaje con el que está escrito, que es placer para los sentidos.
Ficha técnica
Autora: Silvia Zuleta Romano
Autopublicado en Amazon
Año de publicación: 2018
Número de páginas: 344