¿Cuántas veces os decidís a comprar un libro por su título? ¿Son importantes esas palabras que aparecen en la portada y que resumen la idea de lo que nos vamos a encontrar dentro? ¿Qué títulos preferís: los más directos o aquellos más misteriosos? Sobre esto me debato para entender los porqués de que me guste tanto el poemario de Mari Luz Esteban que se titula La muerte de mi madre me hizo más libre.
Reconozco que a veces me invade una sensación entre el miedo y el respecto por la poesía, ya que aunque es el género que mejor transmite los sentimientos, no siempre cumple esa función y puede pecar de un estilo opaco, que no comunique y que no traspase esa barrera necesaria entre el escritor/a y el lector/a. A pesar de esa sensación, cada vez me estoy animando más a leer poesía, y hay momentos en que la necesito más que nunca.
La muerte de mi madre me hizo más libre es, quizás, el mejor libro de poesía que he leído nunca. Lo encontré sin buscarlo en una librería feminista y desde el mismo momento en que lo vi, el título me persiguió durante la hora que estuve en ese espacio hasta que finalmente opte por comprarlo. Al instante mismo lo comencé y supe que era la savia que necesitaba para esos días, y a la que volveré continuamente. ¿Por qué? Encontramos aquí unos versos opacos pero al mismo tiempo lúcidos y que transmiten amor hacia la propia persona y su contexto, escritos también desde una perspectiva necesariamente feminista. Dividida en once capítulos, este poemario evoca las grandes etapas y debates de la vida de las mujeres, que pasan de hijas a madres y por el medio descubren el enamoramiento, la levedad del amor, la despedida y el silencio.
Creo que, ante todo, Mari Luz Esteban escribe sobre ella misma y el proceso que tuvo que seguir para ser hoy quién es. La búsqueda de la propia identidad, del quiénes somos, y de cómo a lo largo del tiempo las mujeres hemos sido englobadas en un solo bloque son otros temas que se encuentran en la base de unos versos que combinan el sentimiento más puro con la reivindicación.
“Soy
rabia enojo desconsuelo
aquella niña triste que miraba al mundo
incluso cuando estoy contenta
la nostalgia es mi refugio”.
Ese el primer poema y en él me reconozco, y ahí comienza un camino incesante en el que me recuerdo que es muy necesario que las mujeres escribamos con sinceridad sobre nuestros sentimientos, lo que somos y lo que reivindicamos. Y, sí, la poesía también tiene nombre de mujer.
“No seremos libres las llamadas mujeres
mientras no acallemos (a veces) las voces soberbias
de los hombres y ellos escuchen las nuestras.
No seremos libres las llamadas mujeres
mientras no nos adiestremos en hacer soledad
y habitarla.
Escapando de ser mujer”.
Leyendo a Mari Luz, sin querer, he hecho una radiografía de mí misma, reflexioné sobre la vida ya pasada y lo que me depara el futuro. Por favor, y os lo digo en serio, no dejéis de leerla, ya que os empujará a pensar y que os ayudará a sacar el miedo a leer poesía, si es que todavía lo tenéis.
Ficha técnica
Título: La muerte de mi madre me hizo más libre
Autora: Mari Luz Esteban
Editorial: La oveja roja
Año de publicación: 2017
Número de páginas: 137
Me gusta leer poesía, aunque reconozco que últimamente la tengo abandonada. Me seduce también este título y lo que cuentas de él. Y los versos que has dejado.
Besotes!!!
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Acabo de comprarlo. Gracias por la recomendación. Un abrazo siempre.
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Gracias por pasarte por aquí Maia. Es un librazo, te va a encantar. Ya me contarás qué tal. Besos y abrazos enormes
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¡¡Por favor!! Yo también quiero ser más libre por la reflexión de sus versos.
¡¡Me haré con este libro de poemas… sin duda!!
(alguien a quien su madre le leía versos a los pies de la cama. – Nosotros nunca la dejábamos marchar, queríamos más.)
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