Este joven monstruo

“Hay niños que se identifican con monstruos para explicarse a sí mismos. Los adultos son inescrutables, los demás niños son crueles, pero los monstruos son también inadaptados y forman una pandilla ideal de amigos imaginarios”.

El autor de Este joven monstruo, Charlie Fox, tuvo una infancia de búsqueda de personajes que explicasen su propio cuerpo y sus inquietudes, y por eso no se identificaba con los dibujos animados sino siempre con los monstruos, y de esta idea parte este ensayo tan plagado de referencias cinematográficas, literarias, televisivas y pictóricas, con la que disfrutarán mucho las personas que deseen explicar su propia vida basándose en los productos culturales. No en vano Charlie es escritor y un crítico cultural de gran prestigio, cuyos trabajos aparecen en revistas como The Wire, ArtReview o Cabinet, algo muy destacado cuando tenemos en cuenta su juventud (nació en el año 1992).

Este ensayo, concebido para leer con mucha calma, parte de algunas disciplinas artísticas que han tratado sobre los monstruos o seres inexplicables para intentar ofrecer una reflexión sobre esa parte más oscura del ser humano. Porque ¿cuál es el sentido de que disfrutemos, y a veces nos identifiquemos, con seres raros, que no se sitúan en el terreno de lo real? Charlie ofrece diversas explicaciones, aunque la que me parece más acertada es que desde adolescentes, las personas buscamos definir lo que le sucede a nuestro cuerpo, que se muta a una velocidad vertiginosa, casi solamente definitoria a través de un proceso monstruoso, como el de Drácula. Esta indagación sobre el propio cuerpo se lleva al extremo cuando una persona homosexual se siente rara por no ser como esa mayoría que parece dictar lo que está bien y lo que está mal.

La idea que subyace tras este libro es la de que las recreaciones monstruosas existen como antídotos de la mierda asquerosa de mundo en el que nos encontramos, en el que se tiende a uniformar a todas las personas, sin atender a sus circunstancias y cambios individuales. Ante esto, fueron muchos los artistas, cineastas y literatos que se rebelaron para intentar explicar las contradicciones del mundo a través de las diversas disciplinas artísticas: caso de Diane Arbus, la fotógrafa que se definió por sus imágenes sobre aberraciones físicas. Ella buscaba demostrar con ello que “los que padecen alguna deformación física dicen la verdad: si queremos ver a un ser raro, desvistámonos y mirémonos al espejo”.

No puedo más que recomendar este libro, por su capacidad para hacernos pensar sobre la adolescencia y los cambios que en ella se producen, así como por la cantidad de referencias eruditas que nos ayudarán a conocer un poco mejor un tema del que poco hemos escuchado hablar.

Ficha técnica

Título: Este joven monstruo