El asesinato de un joven en el barrio del Raval origina que dos mujeres remuevan terribles hechos del pasado y se pongan en contacto con el detective Mat Fernández para esclarecer la muerte. Así comienza la nueva novela de Javier Hernández Velázquez, Nunca bombardees Pearl Harbour, por cierto de rabiosa actualidad, pues transita por espacios de Tenerife (hay que destacar que el autor es comisario del Festival Tenerife Noir) y la Cataluña secesionista.
La novela se entreteje a través de capítulos cortos que le dan mucho dinamismo y que pretenden que sigamos leyendo hasta resolver el misterio, una tarea que no será fácil, tanto por las miles de aristas que confluyen en esta novela, como por la falta de empatía con un protagonista, el detective Mat Fernández, que suelta cada dos por tres un montón de ideas misóginas, banalizando a las mujeres que pasan por su vida. Lo cierto es que ante esto no pude continuar leyendo indemne, sino que se me hizo difícil digerir todos estos comentarios soeces sobre la vestimenta de las mujeres y su físico, ante lo que reviví esa sensación de estar sola en un bar de pueblo y que todos los hombres te miren como si fueses un trozo de carne que llevarse a la boca en el momento más inesperado. Pero, como siempre me pasa, ante estos comentarios, intento pensar que estamos delante de una técnica del autor para realizar una fuerte crítica social, ¿será o no será?
Lo que está claro es que Mat se define como un personaje con un marcado carácter y unas ideas que no caerán simpáticas a muchas lectoras y lectores. De hecho, otro tema peliagudo y de candente actualidad es el de la situación que se vive en Cataluña, dividida entre los que defienden el derecho a decidir y los que no quieren abrir el debate y prefieren quedarse como están. Pero no todo es tan negativo, ya que la novela crea un escaparate para reflexionar sobre el papel del cine en nuestra historia y esa idea surrealista de que una película puede ser clave para resolver un caso muy peliagudo.
Nunca bombardees Pearl Harbour no ha conseguido llegar a mí, sobre todo por la falta de empatía con el protagonista. Así y todo, me quedo con la lucidez de ciertos párrafos en los que se arrojan reflexiones muy necesarias, como esta:
“El política, las palabras son mentiras fáciles de pronunciar: democracia, libertad, fraternidad, derecho, progreso, justicia. Y así, sucesivamente, se pueden combinar muchas arengas elocuentes. Él se educó en aquel ecosistema […] Ganaría el político que tuviera la mejor historia. Para conseguir vencer, debe imponer un mensaje elaborado y emocional, que acabe ilusionando y siendo interiorizado por la gente”.
Ficha técnica
Título: Nunca bombardees Pearl Harbour
Autor: Javier Hernández Velázquez
Editorial: M.A.R. Editor
Fecha de publicación: 2018
Número de páginas: 272
Un buen articulo
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