Pepuka y el monstruo que se llevó su sonrisa

En la literatura, yo diría que no hay nada más complicado que intentar explicar asuntos difíciles a los más pequeños y pequeñas de la casa. Y es que, aunque comprendamos la problemática en cuestión en todas sus dimensiones y tengamos una buena expresión, no todos sabremos cómo abordar, por ejemplo, la violencia machista.

Consciente de que el cambio de sociedad debe producirse en las nuevas generaciones y de que la educación tiene un papel fundamental en la creación de personalidades, es vital también poder contar con los instrumentos que nos ayuden a llevar este trabajo a buen puerto, caso de los libros infantiles que, mediante texto e ilustración, consiguen hacer llegar a nuestros pequeños y pequeñas una parte de la realidad que los rodea.

En este marco surge Pepuka y el monstruo que se llevó su sonrisa, un libro que nace de un proyecto más amplio de Estela Moreno Bermúdez, una pedagoga con doctorado en Didáctica de las Ciencias Experimentales y Sociales y madre de un niño de ocho años que un día decidió que quería contar por qué surge la violencia machista y sensibilizar ya desde la infancia sobre esta lacra social. Por eso, en busca de un bien mayor emplea todos los mecanismos que están a su disposición, ya sea el cuento o las sesiones de cuentacuentos y talleres para concienciar sobre una realidad que afecta a toda la sociedad.

Pepuka narra la historia de una muñeca a la que un monstruo roba la sonrisa. A partir de esta imagen, cada uno de los símbolos que se emplean aquí están controlados al milímetro y al servicio del fin último: luchar porque nadie nos quite la sonrisa. Un mensaje, sin duda, muy alentador y necesario, que dará fuerzas a todas las mujeres que viven o han vivido una situación de maltrato durante la que dejaron de ser ellas mismas para convertirse en seres muchas veces inertes y sin vida.

Un libro imprescindible, de los que ayudan a cambiar el mundo y que, sin duda, me gustaría transmitir a mis hij@s para inculcarles desde la infancia que cada persona debería tener la libertad suficiente para nunca dejarse pisar por otra, y menos por cuestiones de género.

Ficha técnica

Título: Pepuka y el monstruo que se llevó su sonrisa