Ratolescencia

“A veces los sueños sí que se cumplen, con un poco de magia de Hada…”

Las palabras anteriores forman parte de la dedicatoria que me escribió la cordobesa Áurea Poncelet en el ejemplar de Ratolescencia, una cita que va muy acorde con el libro del que hoy os hablo, en el que la aventura y la magia son los ingredientes principales.

Ratolescencia cuenta la historia de Álex Pérez, hijo del reconocido “ratón Pérez”, el encargado de recoger los dientes que se le caen a todos los niños y niñas de España. Una saga de muchos años, a la que Álex no quiere seguir, pues está en esa época que es la adolescencia en la que se cuestiona todo. A partir de aquí, comenzará a reflexionar sobre todo lo que es y lo que significa su familia, al tiempo que vivirá muchísimas aventuras acompañado de sus amistades hasta descubrir lo que quiere hacer en la vida.

Como podéis observar, estamos delante de un libro con el que volver a la infancia, en el que los sueños se cumplen, con el que tanto pequeños como adultos disfrutaremos como nunca. Una historia que nos lleva a esos años en los que todo se cumple y cuando soñar es el día a día.

Áurea Poncelet maneja a la perfección los mecanismos de la literatura infanto – juvenil. No en vano este libro fue inspirado por su sobrina y la llegada de su primer hijo, a los que encontramos guiños en medio de este relato fantástico y fantasioso que nos hace replantearnos muchas cosas, como son la búsqueda de la propia identidad, la lucha por los sueños, la fuerza de la amistad y el crecimiento personal.

Sin duda Álex Pérez es un ratón moderno, que disfruta de sus amigos, con los que vive maravillosas e increíbles aventuras, motivo por el cual, nos sentiremos muy identificados con él. Así comienza su historia:

“En el sótano de lo que hace mucho tiempo fuera una antiquísima confitería, situado en la calle Arenal, nº8 de Madrid, vivía la familia Pérez, dentro de una enorme caja de galletas.

El Ratón Pérez y su mujer tenían un único hijo, llamado Álex. Álex era un ratoncito valiente y aventurero que disfrutaba jugando con sus amigos. Le encantaba esquivar a Sony, el gato negro del vecindario, y resolver los laberintos que formaban las calles y tuberías de Madrid. Odiaba las responsabilidades y las obligaciones, sin importarle del tipo que fuesen. Siempre era más divertido hacer lo que le apetecía en cada momento, y no lo que sus padres le ordenaban hacer”.

Ya hacía falta que alguien le rindiese un homenaje al ratoncito Pérez, esa figura de nuestro imaginario que ha conseguido sacar tantas sonrisas a los pequeños de muchas generaciones. Esperamos que las aventuras de Álex Pérez continúen…

Ficha técnica

Título: Ratolescencia