“Me estoy haciendo viejo y, de repente, al volver la vista atrás, me ha invadido algo semejante a la nostalgia, un sentimiento que nunca guardé en mi escueto repertorio de emociones”. El que habla es John O’ Toole, un profesor universitario que llega a una etapa de su vida en la que decide pasar un año sabático, o quizás no tanto. En su nueva novela, publicada por Arma Poética Editorial, la sevillana Elena Marqués vuelve a sorprendernos de nuevo. Y es que en cada uno de sus libros, las historias y el estilo siempre son completamente diferentes, lo que hace pensar en que se acomoda poco en una única forma de escribir.
Lo que está claro es que la historia de Año sabático nos hace pensar y, pese a su corta extensión, los capítulos dejan el debate abierto alrededor de muchos temas, sobre todo sobre el propio mundo académico, un mundo que funciona a veces como el de las aves carroñeras. John viene de una familia luchadora de América, en la cual nadie antes ha estudiado una carrera, y en la que se convierte en el primero. A lo largo de esta novela, que no sigue un orden cronológico, nos invade un sentimiento de nostalgia, como ocurre casi siempre al leer sobre el fin de una vida y el tiempo todo que se ha ido y que ya no vuelve.
Ya lo he sentido en las novelas anteriores de la autora sevillana, pero en este caso debo decir de nuevo que Elena es una crack de los buenos comienzos. En Año sabático nos habla de los hoteles como espacios que son para el descanso, aunque también nos provocan desasosiego y un ansia de pensar.
“Los hoteles son para el descanso, me digo, aunque desde siempre me han provocado una profunda intranquilidad. Incluso más que la que me induce la extraña proximidad de mis vecinos. Esas pequeñas celdas donde nadie conoce a quien duerme al otro lado del panel, aunque se escuche y se descifre cada movimiento: la caída desordenada de los zapatos del viajante, la bañera llenándose de espuma para el encuentro feliz de los recién casados o quién sabe si unos amantes fortuitos, el canal de noticias internacionales y el repiqueteo del hielo en un vaso aséptico y plastificado que quizás nunca debió librarse de su envoltorio, el forcejeo desesperado con la manija de la ventana para lanzarse a un vacío que no pesa».
Aunque es esta una historia construida como un puzle, con los retazos de una vida y los recuerdos del narrador, también hay espacio para debatir sobre la importancia de los estudios sociológicos, de las humanidades y del estudio, lo que no deja de ser valiente, y más en un tiempo en el que se desprecian estos temas cada vez más. Para conseguir el doble efecto de enganchar al lector y hacerlo pensar, Elena recorre a una prosa fluida, con capítulos muy cortitos y con referencias a pie de página que nos llevan a entrever una obsesión del narrador por su profesión.
Ante todo, Año sabático se define como una historia de sensaciones, de emociones y, por qué no, hasta de balance al final de la vida. Al final, como ocurre con casi todas las obras de arte, siempre se regresa al tema de la soledad del individuo y de la nostalgia por un tiempo pasado que, quizás no fue mejor pero lo sobrevaloramos.
Ficha técnica
Autora: Elena Marqués
Editorial: Arma Poética
Año de publicación: 2017
Número de páginas: 168