Llega el mes de septiembre, y con él el otoño, mi estación favorita en la que aprovecho para pasar mis tardes libres sumergida entre mantas con un buen libro y un té calentito, o bien bajar a la playa, siempre con una historia con la que dejarme envolver en un domingo cualquiera. Las lectoras como yo somos personas románticas, si con este término nos referimos al disfrute de los pequeños detalles de la vida, y a esos momentos de sosiego abrazada por un libro.
Os acabo de describir un paraje idílico, lo que se complementa con la lectura de un libro perfecto para estos días: Las chicas de septiembre, de Maureen Lee, en la que se nos presenta la historia de dos familias por la Europa de entreguerras, a través de dos chicas que nacieron por casualidad el mismo día en el mismo lugar.
Las chicas de septiembre es una saga familiar, y con esta presentación no es extraño el enorme éxito que ha cosechado. Con todo, y a pesar de que me ha gustado, tengo sentimientos encontrados, pues en ella no se nos cuenta nada original, sino que más bien encontramos clichés y tópicos muy poco artificiosos, típicos de una novela sin más afán que entretener.
Una mujer recala a Liverpool con su marido en el año 1920, embarazada y a punto de dar a luz. Esta familia llega con unas enormes ilusiones, pues anhelan conseguir un futuro más prometedor para sus hijos. Por una serie de circunstancias, Brenna acaba por dar a luz en la casa de los Allardyce, una familia de bien en la que la felicidad solamente se basa en el dinero, y no en las personas. Al mismo tiempo, la mujer de esta casa pudiente también da a luz a una hija, y a partir de ahí las dos niñas quedan unidas por esta situación.
Partiendo de esta anécdota, la autora va entretejiendo una red de sucesos que tienen como causa y consecuencia las guerras en las que están inmersas en Europa. Así, no solo conoceremos las historias de Cara y Sybil, sino que un puñado de personajes de ambas familias verán radicalmente cambiadas sus vidas a raíz de una contienda en la que nunca quisieron luchar.
Llegados a este punto, ya advertiréis que el argumento es muy poco original. Pero a ello hay que añadir el estilo demasiado simplón de la autora que, si bien engancha al público lector, no posee nada de ingenio literario. Una novela, pues, para pasar el rato y desconectar sin comerse demasiado el coco.
“La guerra había terminado, y para la mayoría acabaría siendo un simple recuerdo. Para otros significada una vida entera de sufrimiento, de recuerdos de los seres queridos perdidos: los maridos y los hijos muertos en ultramar, los hombres, mujeres y niños víctimas de los ataques aéreos”.
Ficha técnica
Título: Las chicas de septiembre
Autora: Maureen Lee
Año de publicación: 2012
Editorial: Maeva (De Bolsillo)
Número de páginas: 535
No me importaría leerlo, pero ya veo que es mejor no tener muchas expectativas en este libro.
Besotes!!!
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