Herman Hesse escribió una serie de relatos entre 1900 y 1908 que son un buen ejemplo de lo que la naturaleza supone para la creación literaria. En estas historias recogidas en Noche de junio, el autor alemán demuestra que si tenemos sensibilidad para percibir el encanto de lo que nos rodea, seremos capaces de crear buenas historias.
Pero pongámonos en el asunto. Herman Hesse fue un novelista y poeta germano que se hizo con el Premio Nobel de Literatura en 1946. En su biografía destacamos que fue un huido a Suiza, donde publicó una revista para prisioneros de guerra alemanes denunciando el nacionalismo y el militarismo, motivo por el cual fue incluido en 1943 en la lista negra de autores de la Alemania nazi. Muy en relación con uno de los relatos aquí recogidos, hay que resaltar que Hesse fue expulsado del colegio por su inadaptación al sistema educativo, y trabajó como ayudante en una librería. Al igual que el personaje de Ladidel, que comenta que “descubrió cuánto suele sobreestimarse el estudio y los conocimientos y cuán poco depende la verdadera valía de un hombre de los exámenes y cursos académicos que haya superado”, Hesse se sentía inadaptado en un mundo que solamente valoraba a las personas por un título y no por otras facultades.
Pero estos relatos son algo más. En ellos se despliega toda la sensibilidad del autor y toda su percepción del mundo que le había tocado vivir. Aquí aparece un joven que quiere conseguir el amor a toda costa, aún cometiendo algunos errores, y también se nos cuenta la historia de un libro (“El Novalis”) y del camino que recorre por diferentes manos. Siguiendo con la reflexión, el relato que da nombre a la antología, Noche de junio, es una demostración de que el ensamblaje entre literatura y naturaleza funciona a la perfección.
Otro relato muy comprometido es el titulado “El Ayuntamiento” en el que se nos habla de lo mucho que los jóvenes pueden aportar en las sociedades, y también de cómo el arte puede ser la medida de las cosas.
Y no olvidemos a Casanova, ese joven que quiere convertirse en monje benedictino para dedicarse a la vida contemplativa, decisión que es abortada por la llegada de una mujer que le hará cambiar de opinión.
Sin duda, estos relatos constituyen un buen acercamiento para los que, como yo, descubrimos a Hesse por primera vez. Y es que en este volumen se aprecian muchos de los temas del autor: la amistad, el amor, la literatura, la naturaleza y sus misterios…todos ellos ejemplos para explorar los eternos problemas de la existencia del ser humano que, desde siempre, han preocupado a los escritores.
Ficha técnica
Autor: Herman Hesse
Año de publicación: 1977
Año de edición: 2007
Editorial: El Aleph
Número de páginas: 186