“Hay personas que sufren un ataque al corazón y siguen viviendo tan tranquilas, pero hay personas que se desploman y ya nunca vuelven a levantarse. Madre ya nunca volvió a levantarse”.
La literatura es un arte que consiste en ir tejiendo las palabras como si fuese la tela de una araña, poquito a poco. Y en medio de todo ese proceso tan complejo, el buen escritor se define cuando es capaz de encontrar las palabras justas, de definir el momento concreto de forma aparentemente sencilla pero con una complejidad interior. Esta idea es la que subyace en los libros de Gerbrand Bakker, traducidos al español por Rayo Verde, en los cuales observamos cómo el estilo aparentemente sencillo se relaciona con unos sentimientos muy profundos. Todo está tranquilo arriba es una fábula sobre la soledad, en la que se narra la supervivencia de un hombre que vive en el centro de Holanda, muy cerca del Lago Ijssel, acompañando a su padre tras la irrupción de la vejez, aunque un día decide tomar las riendas de su vida.
Helmer vive en una granja preocupado por los cuidados de su padre, quien pasa sus días postrado en una cama. Un día decide dar un cambio a su vida, y traslada la habitación del progenitor a la parte de arriba de la casa, y cuando la que fuera novia de su hermano regresa a casa después de muchos años le oculta que su padre está vivo. ¿Por qué? Aquí aprovecha el autor una anécdota para crear una historia muy potente, donde se acaba tratando el tema del favoritismo de un padre hacia uno de sus hijos gemelos, los celos entre hermanos, el amor y, sobre todo el paso del tiempo y la soledad.
En cada detalle, en cada momento rutinario, nuestro protagonista percibe el vacío que impregna su vida, sensación a la que contribuye el lenguaje y esos continuos vaivenes entre el pasado y el presente que nos vienen a demostrar que todo lo que somos es parte de lo que fuimos.
Una vez más, descubrimos que Gerbrand Bakker explota el misterio de pasado y del presente, y crea una atmósfera solitaria y rural, en la que de pequeños detalles del día a día emergen grandes metáforas de la vida, y de la existencia en general.
“Es igual que un grifo de agua: cuando eres pequeño, es agradable y divertido hasta el momento en el que lo abres y te entra el pánico al ver todo ese caudal de agua que sale y no tienes ni idea de cómo volver a cerrar el cacharro”.
Es sin duda un libro que evoca todo un mundo condenado a desaparecer, y que nos lleva al extremo para hacernos reflexionar sobre la propia existencia y el pasado.
“A veces no tiendo cómo he podido llegar a hacerme tan mayor. Cuando estoy delante del espejo, siempre veo a un muchacho de dieciocho o diecinueve años a través de mi cabeza curtida por el tiempo. Y todavía hoy sigo preguntándome a quién estuve mirando esa noche”.
Ficha técnica
Título: Todo está tranquilo arriba
Autor: Gerbrando Baker
Editorial: Rayo Verde
Año de publicación: 2012
Número de páginas: 288