
«Aquí tienes un hombre, un ser humano, una persona recta, bondadosa, inteligente, independiente, una persona que miraba el mundo con inteligencia y con compasión». Con estas palabras, tan básicas y tan certeras, define el escritor Antonio Muñoz Molina al periodista Manuel Chaves Nogales, ese hombre que siempre estaba allí, pero que fue silenciado de mala manera por la historia. Jugando con esta idea, los periodistas Daniel Suberviola y Luis Felipe Torrente decidieron embarcarse en un proyecto que incluye un documental y un libro de entrevistas sobre la figura de Chaves Nogales. El resultado es de lo mejor que podemos tener en el periodismo actual, bajo el título de El hombre que estaba allí.
¿Pero quién fue Manuel Chaves Nogales? Tal y como se nos dice en la sinopsis del libro, editado por Libros.com tras pasar una campaña de crowdfunding, «Manuel Chaves Nogales estaba allí donde estaba la noticia: en la España fratricida del 36, en la Rusia bolchevique, en la Italia fascista, en la Alemania nazi, en un París agonizante o en el Londres envuelto en llamas de la Segunda Guerra Mundial. Su oficio era andar y contar».

Y es esta la característica que destacan todos los escritores/as que se incluyen en el libro como testimonios de la figura del periodista y de lo que este significó en sus vidas. Explican también las causas de su silenciamiento que no son otras que su neutralidad y su capacidad para no englobarse en ningún bando cuando España estaba dividida en la Guerra Civil.
Tanto Antonio Muñoz Molina, como Andrés Trapiello, Jorge Martínez Reverte, la biógrafa de Chaves María Isabel Cintas, o su hija Pilar Chaves Jones, coinciden en ese carácter que tenía el protagonista del libro que tenemos entre manos. Era un periodista que buscaba la calle y los problemas de las personas, que no se dejó llevar por una ideología concreta, pero ante todo era una persona preocupado también por su familia que no dudó en quedarse solo en Francia ante el peligro de ser perseguido. Llamaba a las cosas por su nombre, era incómodo para el poder, y de hecho llegó a describir a Goebbels en términos no del todo correctos para el poder nazi: «Es un tipo ridículo, grotesco; con su gabardinita y su pata torcida, se ha pasado diez años siendo el hazmerreír de los periodistas liberales» (entrevista en el periódico Ahora, 21 de mayo de 1933).

Chaves Nogales fue un tipo fuerte en tiempos difíciles, que está a la altura de George Orwell o Vasili Grossman, tal y como destaca Muñoz Molina. Después de luchar tanto a través del periodismo contra los excesos del régimen fascista y del comunista, este hombre nos dejó un mes antes de que aconteciese el Desembarco de Normandía, suceso que había deseado tanto y del que había estado tan cerca.
Encontramos en El hombre que estaba allí una gran cantidad de documentos, de fotos, de recortes de periódicos en los que se publicaron artículos de Chaves, y muchas declaraciones de personas que definen su relación con la obra del periodista. Pero el testimonio que más llega al corazón es el de su hija Pilar, que define a una persona con la que vivió sus primeros años de cerca y que tras su muerte la obligó a crecer de repente:
«Mi padre era un hombre muy reposado, muy tranquilo. No tenía espíritu aventurero. Lo que pasa es que le impulsaba el querer mejorar las cosas, descubrir cosas importantes, cosas nuevas, saber más, hacer más».
Su hija nos describe al Chaves más familiar, su relación con él y la vida tras su muerte. Combinando sus palabras con las de los otros entrevistados, sentimos que avanzamos rápidamente en la vida de un periodista que e imprescindible, pero del que, casualmente o no, no hemos escuchado mencionar en las facultades de comunicación. Y es que él ya fue practicante del periodismo narrativo/literario, y ¿alguien nos ha informado? Este libro recupera de manera generalizada su vida y obra, y nos la acerca.
Ficha técnica
Título. El hombre que estaba allí
Autores: Daniel Suberviola y Luis Felipe Torrente
Editorial: libros.com
Año de publicación: 2014
Número de páginas: 201