Los aires difíciles

Almudena Grandes es una de las escritoras contemporáneas más importantes

«Se sentía como si el levante se hubiera disuelto solo en la superficie de las cosas, pero siguiera vivo y azotándole por dentro sin piedad». Esta es la esencia de los cambios que encontramos en Los aires difíciles de Almudena Grandes, además de una literatura con género, edad, nacionalidad, clase social, nivel cultural, familia, tipo de riqueza. Digo esto para dejar claro que, investigando e investigando, me he dado cuenta de que la autora madrileña está en contra de considerar un tipo de literatura femenina, pues según ella todos los libros suponen observar el mundo desde una perspectiva individual, y por eso hay tantas historias como personas.

Según la autora, la novela de Los aires difíciles, publicada en 2002, es la última de ese periodo de obras de carácter testimonial que comenzaba con Las edades de Lulú y que, en parte eran sus propias vivencias y su propio contexto.

Hasta esta novela, Almudena se limitó a hablar de los problemas derivados de la época posfranquista, de lo que fueron los años de la movida en España, y del proceso de ir consiguiendo derechos. Por eso sus personajes se debaten sobre lo que son, sobre lo que el pasado les ha dejado y se ven siempre influidos por este. Será a partir de El corazón helado, y después con Los Episodios de una Guerra Interminable, cuando se vaya a los orígenes de su propia existencia, y hable de la resistencia y de los héroes anónimos de la Guerra Civil, porque esta siempre había estado en los orígenes de los problemas de sus personajes.

Los aires difíciles es una novela donde pasado y presente vuelven a intercambiarse de una forma magistral. Nos

movemos en párrafos donde estos dos tiempos nos desconciertan. Sara Gómez y Juan Olmedo son dos madrileños desconocidos que coinciden en una urbanización de Jerez de la Frontera (Cádiz) después de huir de un Madrid que los apabullaba por las propias historias que cargan a sus espaldas: Sara fue una hija que se crió con su madrina porque sus padres no tuvieron posibles para mantenerla, después se enamora de un chico que le demuestra no ser capaz de dejarlo todo por ella, y sufre un aborto; por su parte, la historia de Juan Olmedo tiene que ver con un amor por su cuñada Charo, un amor enfermizo que termina con el accidente mortal de esta y la muerte de su hermano Damián. Dos historias y dos destinos que confluyen en la urbanización donde el viento de levante actúa como el catalizador de los tiempos revueltos. Sin duda, una gran metáfora.

Teniendo ya un bagaje amplio de la narrativa de Almudena, diré que aquí están presentes los temas y fórmulas recurrentes de sus novelas: la memoria, la capacidad de penetrar en la mente de los personajes y de entender sus circunstancias en profundidad, la relación entre presente y pasado, la buena literatura con historias cotidianas, los sentimientos a flor de piel, los párrafos y las descripciones enormes donde las palabras están tan bien escogidas que son música. Aun así, tiene ciertas diferencias: la principal es que la historia de Juan es entendida individualmente, como un todo, lo que la diferencia de las novelas anteriores cuando los hombres eran explicados en función de las mujeres.

No soy imparcial con Almudena, pero este libro es lo mejor que he leído de ella, y eso que tiene el listón muy alto. Es un libro que he saboreado despacito, en el que he empatizado al máximo con los personajes, que me he identificado con cada uno de sus sentimientos, y que ese viento de levante me ha calado hondo. Brutal esta buena literatura.

Ficha técnica

Título: Los aires difíciles