
En una etapa algo lejana leía Paula, de Isabel Allende, recomendada por la forma que esta autora chilena tiene para tratar los sentimientos humanos. Paula es una novela aunque parte de la experiencia personal de la escritora tras la muerte de su hija, y por eso los sentimientos afloran más que nunca. De Allende leí también Inés del alma mía, aunque esta me dejó indiferente, no la recuerdo muy bien.
Su reciente obra, El amante japonés, es sentimiento en estado puro. Relata la historia de amor imposible entre Ichimei Fukuda, un japonés hijo de emigrantes a América, y Alma Belasco, una pintora con antepasados polacos. Ambos cuentan con un pasado marcado por la Segunda Guerra Mundial: la familia de Fukuda pasó una etapa en el campo de concentración de Topaz, y la de Alma en los campos de Polonia. La guerra está pues muy presente.
Pero El amante japonés es la historia de ese amor, que traspasa barreras, y se hace más fuerte con el tiempo. Un amor que combina lo mejor del espíritu romántico y nostálgico del país nipón con la sensibilidad de dos almas que no pueden estar juntas por miedo, por no atreverse a romper con los conformismos sociales.
“Solo existían ellos dos, el primer beso anhelante al cruzar el umbral, antes de echar la llave a la puerta, las caricias de pie, el despojarse de la ropa, que queda tirada donde cayera, los cuerpos desnudos, trémulos, sentir el calor, el sabor y el olor del otro, la textura de la piel y del pelo, la maravilla de perderse en el deseo hasta la extenuación, de dormitar abrazados por un momento y volver al placer renacido”.
Isabel Allende combina un estilo sencillo con una profundidad magistral a la hora de tratar los sentimientos. Y sin olvidar los temas de carácter social: están presentes la homosexualidad, el sida, los campos de concentración, la muerte, la pornografía infantil y el tráfico de personas. Nuestra autora comienza a escribir siempre sus novelas el 8 de enero, y esta no iba a ser la excepción. Es una disciplina y una superstición al mismo tiempo, según señala en habituales entrevistas.
En esta obra podemos ver ejemplificadas las relaciones entre jóvenes y ancianos, una unión que Allende compatibiliza muy bien, eliminando ese tópico de que los jóvenes se aburren en compañía de los mayores. Y es que Irina Bazili es una joven que viene a la residencia Lark House, que pertenece a la anciana Alma Belasco, y entre ellas nace una amistad más allá de la edad, con el amor como tema de unión.
Tenemos capítulos que van alternando dos tiempos, con un ritmo ágil que te invita a leer y leer sin parar, con una prosa rica en sensaciones. Sin duda, es una historia triste, aunque demuestra que los que creemos en el amor fuerte tenemos referentes claros. Le recomendaría este libro a todo el mundo, para sentir, y en especial para los que sean románticos, aunque esta no es una historia con final feliz. Y no digo más, que no quiero destapar el argumento.
Pero, ¡ole Isabel Allende!
Ficha técnica
Autora: Isabel Allende
Editorial: Plaza & Janés
Año de publicación: 2015
Número de páginas: 347
No sé, leí mucho en su momento a Isabel Allende. De aquellas lecturas rescato «Paula» y «La casa de los espíritus», luego no conseguí que sus libros prendiesen en mí ni que me llenaran. Me gustaría reencontrarme con Isabel Allende, tal vez este libro posibilite ese reencuentro.
Un abrazo
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No he leído mucho de esta autora, pero lo poquito que he leído me ha convencido. Y por lo que cuentas, creo que también disfrutaré con esta novela.
Besotes!!!
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