“Hay personas que tienen un ingenio o un buen juicio innato”, así describe el vicario Graham a Mary, una joven de 15 años cuya peculiaridad es su pelo del color de la leche y su pierna enferma. Ella nos narra su historia desarrollada en el año 1831, llena de dureza debido a que es obligada por su propio padre a trabajar como una esclava, junto a sus hermanas, en la granja familiar. La narración de la pequeña Mary que nos cuenta unos hechos para explicar un condenado presente convierte a Del color de la leche en una obra donde la escritura puede salvar a una persona del olvido y, a pesar de su corta extensión, nos empuja a leer y leer y a sumergirnos en esa escritura de la niña Mary que lleva a que queramos conocer los porqués de la dureza de su vida.

Del color de la leche (2013), de la autora Nell Leyshon, se engendra como una historia con personajes malvados, otros que lo son menos, y hasta algunos tan encantadores como el abuelo, y un paisaje bucólico con el paso incesante de las estaciones y de la propia vida de Mary, la cual se ve trastocada por el fin de la inocencia infantil y la llegada de una madurez obligada. Como dice en el prólogo Valeria Luiselli “la voz a la que Leyshon da vida aquí es a su vez un ejemplo de las muchas vidas que las estructuras de poder volvieron invisibles e inaudibles. El texto que escribe la narradora de este relato es un registro, lleno de belleza y espanto, de una vida enredada en la maquinaria de la dominación”.
Esta obra es un alegato contra el poder, respondiendo a la pregunta de qué hubiese pasado si una joven de clase baja supiese leer y escribir en el siglo XIX. Mary lucha primero contra su padre y luego contra el vicario Graham, esas dos personas que encarnan las estructuras supremas, y ella aprende a leer y a escribir y escribe su historia, los hechos que se sucedieron hasta llegar a un presente del que ella quiere ser la resistente. Se propone también una reflexión en torno a la escritura y su posibilidad para cambiar las injusticias sociales. Y es que Mary escribe con sus propias manos, algo que resalta a menudo, y lo hace con apremio sin ninguna mayúscula. En este sentido, he encontrado similitudes con El color púrpura de Alice Walker.
Del color de la leche fue escogida como la mejor novela del año pasado por los libreros de Madrid y con su pequeña extensión y la concentración de tanto en tan poco espacio hace que tenga visos de ser un pequeño clásico. Sea como fuere, la sensación que queda es de imposibilidad de concentrarse en otro libro o la de traspasar las barreras de las palabras para cambiar el destino de la joven Mary.
Ficha técnica
Autora: Nell Leyshon
Editorial: Sexto Piso
Año de publicación: 2013
Número de páginas: 176