La librería de los finales felices

La saga Millenium de Stieg Larsson, Matar un ruiseñor de Harper Lee, Ana de las Tejas Verdes de Lucy Maud Montgomery, Bridget Jones, Jane Eyre de Charlote Brönte, Mujercitas de May Louisa Alcott, Paul Auster, Lee Child, Mark Twain, Joyce Carol Oates, Toni Morrison, John Grisham, Las uvas de la ira de John Steinbeck, En busca del tiempo perdido de Marcel Proust, Jane Austen y su Orgullo y prejuicio, Michael Connelly, Margaret Mitchell, Camilla Lackberg, Terry Pratchett… No es una lista de mis libros y autores favoritos, aunque algunos lo sean, sino un compendio de algunos de los títulos que aparecen en el libro La librería de los finales felices (2014) de la recién estrenada Katarina Bivald, que incluye esa palabra mágica que a todo lector adicto le hace la boca agua. La historia parte del amor que la escritora sueca siente por los libros, y consta de una trama sencilla que tiene como base la lectura y los libros.

Sara es una chica que trabaja en una librería de un pueblo de Suecia y que por casualidad empieza a mandarse cartas con Amy, una señora que vive en Broken Wheel, un pueblito perteneciente a Iowa, en Estados Unidos. Después de cartearse e intercambiarse libros durante bastante tiempo, Amy invita a la sueca a visitarla para pasar unas vacaciones de relax y lectura. Ésta se decide finalmente a ir pero cuando llegue a Hope (una ciudad más grande colindante con Broken Wheel) descubrirá la muerte reciente de su amiga Amy. Lejos de lo que cabría esperar, Sara se anima a quedarse y convertirá ese pueblo que huele a antiguo y degradado en una ciudad atractiva y nueva a los ojos de sus vecinos. Y todo tiene que ver con los libros.

No resulta difícil imaginar el final y todo lo que va aconteciendo en esta novela, la cual se podría catalogar dentro del género de “feel good” , que son esas historias que hacen sentir bien al lector y cuyo final feliz no sorprende y es el esperado. Aun así, resulta adictiva por las reflexiones continuas a la lectura y el afán terapéutico de la misma. Por este motivo, el lector más voraz se sentirá muchas veces identificado e invitado a descubrir títulos de libros y autores, como si estuviese físicamente en una librería milenaria.

La librería de los finales felices tiene un buen título y una buena base, pero le falta fondo, le faltan recursos literarios y un mejor argumento, en el que todas las partes queden bien hiladas y no tan forzado para terminar felizmente. Es una novela para pasar el rato pero que no aprovecha el tirón que podría dar ese título tan sugerente. El ritmo es lento ya que las historias sobre los problemas de los habitantes de Broken Wheel no siempre resultan interesantes ni literariamente bien presentadas.

Ficha técnica

Título: La librería de los finales felices