Su mayor dicha era la felicidad de lo pequeño

La felicidad de las cosas pequeñas ha sido una idea muy defendida a lo largo de los tiempos.  En la literatura no iba a ser menos, y encontramos libros como París era una fiesta  (1964) de Hemingway, Ana de las Tejas Verdes (1908) de L.M. Montgomery o Mujercitas de Louisa May Alcott. Libros muy separados en el tiempo pero con un tema común, el cante a las delicias de la vida en mayor o menor medida. Y es que ser pobres económicamente no significa serlo vitalmente. La intención al vivir es la clave de la felicidad.

Nos toca hablar de un gran clásico, Mujercitas, y lo primero que se me pasa por la mente es el miedo a decir algo que no debiera ya que los libros de este calibre han sido tan comentados que ya no se pueda decir nada nuevo. Al margen de lo que haya sido estudiado, lo cierto es que la experiencia de cada lector es individual y es mejor no leer nada de las opiniones de la obra antes de leerla, para no contaminarse. Yo lo hago así para disfrutar de la lectura pura, en esencia.

En el año en que fue publicada esta obra, el 1868, logró un gran éxito debido a la capacidad que tiene de conectar con el lector de la época, a través del tratamiento de temas como el goce de la vida a pesar de la pobreza, la guerra de la Secesión y los militares, y la independencia de la mujer por lograr un paradigma social equiparable al masculino. En este último sentido, Alcott fue una firme defensora de todo lo que atañese a la mujer y sus derechos, y Mujercitas es un libro que resalta a cuatro chiquillas que sueñan con cumplir sus ideales, y no se rinden ante un mundo adverso.

“Tened horas fijas para divertiros, haced cada día algo a la vez útil y agradable y demostrad que comprendéis el valor del tiempo, empleándolo bien. Así vuestra juventud será deliciosa, la vejez traerá consigo pocos pesares y la vida, a pesar de la pobreza, os resultará un hermoso éxito”.

Meg, Jo, Beth y Amy son las hermanas March y el libro cuenta sus peripecias durante el periodo de un año, que coincide con la época de su padre en la guerra y que consta de una estructura circular, de Navidad a Navidad. Aunque todas tengan un carácter diferenciado, la que más destaca es Jo debido a sus ansias de triunfar en la escritura y su ensoñación por los libros, por lo que actúa a modo de alter ego de la autora. La estructura de la novela es simple debido a que fue diseñada en un primer momento para jóvenes, y la autora divide las peripecias en capítulos con título propio, interviniendo algunas veces en conversación con el lector.

Mujercitas es un clásico, de esos que nunca es tarde para leer, pero también de los que te hacen temblar por su categoría de “clásico”. Pero la experiencia al leerlo te enseña que aún queda tanto por leer y filosofar que más miedo da aún.

“De cuando en cuando en este mundo las cosas ocurren como en los libros, en que todo sale bien, y entonces, ¡qué dicha!”.

Ficha técnica

5128G6EQAXL._SY300_Titulo: Mujercitas

Autora: Louisa May Alcott

Editorial: Edimat Clásicos de la Literatura

Año publicación: 1868

Número de páginas: 317

Escrito por

Graduada en periodismo y enamorada de la lectura y la cultura. Porque leer nos hace mejores personas.

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