Cuando una historia funciona, son muchos los que pretenden emular una copia del producto, para ver si cosecha un éxito grandioso. Eso pasa con el cine, el arte y, como no, la literatura.
En los últimos tiempos estamos acudiendo a la irrupción de libros y más libros que parecen unos una copia de otros, aunque no se sabe cuál es el original. En España, las novelas protagonizadas por mujeres que viven una serie de peripecias víctimas de un contexto histórico determinado (a menudo la Guerra Civil y la posguerra) parecen ser el pan de cada día: Dime quién soy de Julia Navarro, Misión Olvido y El tiempo entre costuras de María Dueñas, Las tres bodas de Manolita e Inés y la alegría de Almudena Grandes son sólo la nimia parte de las más populares. Pertenecen al género de la novela histórica contemporánea.
Pues siguiendo con esa tendencia, Teresa Viejo construye Que el tiempo nos encuentre, con Aurora como protagonista con un pasado negativo a sus espaldas y que soñará con el éxito del cine mexicano hasta estrellarse. Y de fondo una historia de amor y amistad que se parecen en demasía a la de Sara Quiroga. Casualidades o no, el libro se inserta en esta tradición exitosa de la que venimos hablando.
Los puntos fuertes son la extensa documentación que la periodista colecta para hablar de los cineastas que tuvieron que abandonar España y vivir su época dorada en el país mexicano. En este sentido, las descripciones de lugares como Veracruz, Puebla o México DF son muy completas y exactas.
Si bien la documentación es acertada, la historia ficcional va perdiendo fuerza conforme avanzamos y ésta no llega a fraguar.
En resumen, Que el tiempo nos encuentre tiene reflexiones muy buenas, pero en el fondo no deja de ser más que una repetición de tópicos y clichés, sobre el amor, y sobre ese tiempo de los años 40. Pasable, pero con más ruido que literatura.
Buenas noches Tensy,
opino que si dicha periodista ha visto un buen filón en esta temática considero que está en su derecho de aprovecharlo. No obstante, si no ha llegado a desarrollar una buena historia que, como según cuentas, va perdiendo fuerza, Teresa Viejo debería haber optado por otra temática, debido a que el estilo no lo ha abordado con todo lo que una publicación de este tipo requiere. Además, para finalizar, creo que siendo periodista como es y, creo que competente, debería hacer valer sus propias ideas sin tener que seguir la senda de otras personas.
Un saludo,
Andrea G. González.
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Básicamente, la historia no consigue enganchar del todo, es como demasiado artificial. Gracias por tu opinión Andrea 😉
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