Sin Remedios

Jugar con dos tiempos tan distantes como son los años 60 y los 90 da para mucho. Con esta combinación, el autor Óscar León Martín se atreve en su primera novela titulada Sin Remedios, una propuesta con la que arranca fuerte, y en la que se notan las influencias de Almudena Grandes.

Con esta presentación ya os imaginaréis que el libro no tiene desperdicio. Y es que Sin Remedios nos lleva a nuestro pasado para hablar de un presente que siempre están relacionados. Por una parte está Remedios Antón, hija de una saga de mujeres con el mismo nombre que, a pesar de sus avatares familiares, llega a ser médica. Por otra, está Martín San José, profesor vallisoletano que recala en en sur de Andalucía para impartir clase en un instituto de secundaria y para vivir su primera experiencia lejos del amparo de su familia, y por supuesto acompañado de su coche, Hárrison Ford, con una fuerte presencia en la novela. Y al final encontramos a Remedios Beltrán, que también afronta con ilusión el haber aprobado las oposiciones para ser maestra. Tres historias paralelas que solamente se cruzarán en la última parte del libro, para obligarle al lector/a a descifrar todo lo anterior.

Óscar León Martín es profesor de Geografía e Historia, motivo por el que se ha desplazado por muchos lugares de la Península, hasta recalar finalmente en Cartagena, donde reside actualmente. De estas experiencias viajeras bebe para recrear los múltiples espacios que aparecen en este libro que, por supuesto, es una bonita forma de iniciarse como novelista. Pero ya antes de todo, el autor vallisoletano destaca por su maestría con la poesía, publicando una antología poética de sus años universitarios titulada Discípulo en Cursiva, por eso no resulta extraño ver las referencias a esta. Muy en consonancia con estos viajes y poesía, encontramos las referencias al sistema educativo y a la lucha que tuvieron que librar tantas personas por conseguir una plaza fija.

Sin Remedios incita a pensar en que a pesar de que el tiempo avance, el amor siempre está presente, desde el inicio de nuestras vidas, y es lo que nos mantiene vivos a pesar de todo.

Y claro está, no hay que olvidar lo que somos y hacia donde vamos, idea que también se desarrolla aquí. Al fin y al cabo, la lucha porque la memoria histórica se cumpla aflora a la superficie de esta obra, en la que se rinde homenaje a las personas anónimas que día a día construyen el mundo y contribuyen a los cambios sociales.

“Los sucesos presentan numerosas vertientes y aristas, muchas de las cuales apenas podemos percibir hasta que no los notamos en la misma piel, o clavadas en lo más profundo de nuestro corazón”.

Un homenaje a todas las vidas pequeñas, que con el tiempo son grandes.

Ficha técnica

Título: Sin Remedios