Sol. Locura. Amor. Las tres palabras que le sonaban demasiado bien a él cuando pensaba en ella. En las locuras de los campos verdes bañados por un sol primaveral, tras hablar de infinitos libros. Algo que se podía tildar de amor, aunque lo que hacemos desnudos
Las tazas de té que añoraba todas las mañanas eran las que le recordaban que los amores adolescentes no vuelven. El sabor de lo iniciático y de esos abrazos en medio de dos polvos habían sido los causantes de la vitalidad de un amor que duró