“Un tiempo para todo”, de Christian Demilly y Laurent Moreau

A veces ocurre que la vida se para y debemos frenar, aminorar el paso y detenernos lentamente para recuperar después la velocidad, aunque sin acelerar demasiado. Están siendo meses complejos, y la verdad es que los libros me siguen acompañando, aunque a veces no encuentre la fuerza para hablar de ellos. Casualidades de la vida, hace poquito descubrí una joya de la editorial Fulgencio Pimentel (otra más), que me hizo ver que estaba en el camino correcto, y que debería seguir poco a poco.

Un tiempo para todo es un álbum ilustrado autoría de Christian Demilly y Laurent Moreau, y que nos llega al castellano con la traducción de Joana Carro y César Sánchez. Tras ese título precioso y que invita precisamente a frenar, este libro llega justo a finales de este año que todas recordaremos como ‘el del maldito virus que trastocó nuestras vidas’. En una de esas tardes de tristeza y ansiedad que padezco, me fui al campo y, mientras escuchaba los pájaros y veía el cielo azulado y con amenazas de lluvia, me embarqué en lo que nos cuenta esta historia, que se podría resumir como un canto a la vida y a su disfrute lento y sosegado. Los autores ensamblan ese pensamiento positivo y esperanzador con unas ilustraciones de colores alegres, dando lugar a un conjunto maravilloso que a mí me hizo llorar de emoción. Os explicaré por qué, aunque supongo que ya lo podréis intuir.

En medio de los días en los que huía de pensamientos negativos y buscaba centrarme en las cositas que me podrían hacer feliz, aparece Un tiempo para todo, en el que encuentro palabras aparentemente sencillas que esconden grandes reflexiones de nuestro tiempo. Ante eso los autores proponen que dejemos a un lado la impaciencia por conseguir llegar antes y disfrutemos del camino, que cultivemos la espera y que intentemos empatizar con el entorno y las personas que forman o formarán parte de nuestra vida. Partiendo de la experiencia personal, desde la que cada vez leo más, Un tiempo para todo también podría ser un bote salvavidas contra la ansiedad y el estrés, y por eso su lectura puede llegar a todo tipo de públicos, desde los más pequeños a los adultos.

Ante este año difícil para todo el mundo, yo me quedaría con esta cita esperanzadora:

“Hay un tiempo para la guerra y un tiempo para la paz”.

Ojalá.

Ficha técnica