La curiosa librería

Las lectoras empedernidas buscamos, casi siempre, libros que expliquen un poco nuestra ‘enfermedad’. Está demostrado que cuanto más nos gusta una cosa, más explicaciones buscamos a los porqués, ¿no os ocurre un poco esto?

Pues bien, una de mis obsesiones es leer libros que traten sobre libros o sobre el acto mismo de leer. Estas semanas, sumergida en agobios varios propios de la vida cotidiana, llegó a mí un ejemplar de La curiosa librería, un libro escrito e ilustrado por el japonés Shinsuke Yoshitake y traído a nuestra lengua de la mano de David Fernández y la editorial Pastel de Luna. Y ¡menuda maravilla! ¡Vaya placer para los sentidos!

Con mucho ingenio y humor, sus principales armas, La curiosa librería recoge un montón de consejos sobre la lectura y datos curiosos, al tiempo que nos lleva a un mundo paralelo donde las personas lectoras querríamos vivir. En ese mundo mágico cabe el cultivo de libros como árboles, los libros para dos o más lectores, el robot de lectura, el transformador de portadas, el campamento intensivo para libreros, los guardianes del buen gusto, los perros prescriptores, los festivales literarios singulares o, incluso, las bodas literarias.

Leí este libro como un bálsamo y como una invitación a la esperanza. Soñé por unos días en un mundo mejor, en el que los libros fuesen más protagonistas y los libreros, unos héroes de lo inmaterial. Creo firmemente que si en la vida se leyese más incrementaríamos la comprensión y ejercitaríamos la empatía hacia los otros. Esta historia me ha hecho creer en una bonita utopía: la de los libreros y libreras, lectoras y lectoras, bibliotecarios y bibliotecarias, comandando el mundo. Y, no sé, me he sentido feliz por unos instantes. Quizás su principal objetivo es ese: hacernos pasar un buen rato y soñar con un mundo mejor.

Existen muchísimos libros que hablan sobre libros y, concretamente de librerías, aunque este tiene una ventaja: que es adecuado para todas las edades, desde las más tempranas, que se inician en la aventura literaria, hasta las más adultas que necesitan un soplo de aire fresco y, quizás, recordar los motivos por los que leen.

Quedémonos con algunas reflexiones o deseos:

“Nos dedicamos a preservar bibliotecas particulares en condiciones óptimas de conservación. Has sido elegido por tu buen gusto literario, queremos archivarlo para toda la eternidad”.

“En este Festival que se celebra todos los años, las librerías de segunda mano construyen bibliocarrozas para desfilar por las calles. Compiten por el premio a la mejor bibliocarroza, así como por la selección de libros más distinguida. Los asistentes eligen al ganador”.

“Una vez cada cinco años, en un lugar muy especial, ocurre un fenómeno único durante el cual todos los seres vivos empiezan a leer sin parar”.

Ficha técnica

Título: La curiosa librería